lunes, 31 de enero de 2011

¡Venga ya!

¡Hace unos días fui a buscar información de David Bowie y me salieron antes estos dos membrillos!



Así vamos...:)

viernes, 28 de enero de 2011

Si os gustan...

...los sonidos de los 60 y 70: Psicodelia, Blues, Rock, Pop, Progresivo, Soul, Folk y los grupos actuales que derivan directamente de aquellas décadas tan maravillosas ¡¡¡aquí tenéis vuestro programa!!!

Repertorio renovado: A clásicos inmortales como Jimi se unen artistas y bandas de la talla de Vanilla Fudge, Moby Grape, Incredible String Band, Country Joe and The Fish y muchos más.

¡¡¡Sólo música!!! ¡¡¡Nos oímos!!!

martes, 25 de enero de 2011

Motorpsycho / Before The Flood:

Compleja intensidad, emoción, la belleza de lo lírico, un viaje al espacio profundo... Todo eso y mucho más nos ofrecen los noruegos Motorpsycho en "Before The Flood", tema perteneciente a su doble álbum de 2006 "Black Hole/Blank Canvas".
Si habéis tenido un día duro, escuchadlo:


Parece ser que en primavera se van a pasear por la capital del reino. Me da que iré.

jueves, 20 de enero de 2011

lunes, 17 de enero de 2011

Don McLean / The Grave - Babylon:


En su momento, ser un jovencuelo hizo que cometiera más de un error musical con unos cuantos artistas y grupos. El joven es por naturaleza radical, inestable, crítico, terco y otras lindezas similares... Justamente así fue mi actitud con un par de discos en concreto: "Born In The USA" de Bruce Springsteen y "American Pie" de Don McLean.

La portada del Born In The USA del Boss -con esa bandera gloriosa y orgullosamente desplegada-, al igual que el pulgar pintado con los colores nacionales de Estados Unidos del señor McLean engañaron a la por entonces no muy bien amueblada e ignorante cabeza del que os escribe...

A ambos discos los consideraba en su día algo así como una especie de infames panfletos yankees cuya escucha y atención no merecían ni un segundo de mi tiempo. En aquellos días era un poco antiamericano por decirlo ya de forma clara… ¡Quién me ha visto y quién me ve! Estupideces de un chaval que todavía no entendía que mezclar música con política no era un buen invento, y que lo que de verdad nos contaban estos artistas desde sus discos no tenía nada que ver con temáticas patrióticas, imperialistas, capitalistas y demás ideas que los ingenuos adolescentes y los modernillos suelen rechazar...

Pero bueno, no pasa nada porque felizmente pasado un tiempo se ha corregido ese error y ya estoy en mi casa disfrutando de estos 2 álbumes.

Con el segundo de ellos, American Pie, lo que está claro es que al cantautor neoyorquino Don McLean se le apareció la virgen allá por 1971.
La canción que da nombre al disco fue un superventas que en realidad narra en su letra la Historia del Rock and Roll desde el llamado "Día En Que Murió La Música" -es decir, el día en que los legendarios artistas Big Bopper, Buddy Holly y Ritchie Valens fallecieron en un accidente aéreo el 3 de febrero de 1.959- hasta los gloriosos y melenudos años 70.
Por lo tanto, "American Pie" es una canción de gran valor emocional que nos describe el importante período de la Historia Actual que va de los 50 a los 70 del siglo XX, nos respresenta con acierto y claridad parte de la cultura de los Estados Unidos de América, y que finalmente nos demuestra que allá no todo tiene que ser McDonalds, Paris Hilton y Lady Gaga...

Como es bien sabido, el tema "American Pie" eclipsó lo que era de todas todas un grandísimo disco de Folk-Rock. Por eso, aunque este álbum sea un clásico que aparece en todas las listas de los mejores discos de la Historia al parecer simplemente por ese tema, desde aquí vamos a revivir y reivindicar dos canciones que no suelen sonar en las radiofórmulas habituales y que engarzadas, la una junto a la otra, es como encuentran su pleno sentido:
La primera es "The Grave" -un sobrecogedor relato antibelicista sobre la Guerra de Vietnam- y la segunda se titula "Babylon" -un solemne y bello canto tradicional cuyo origen hay que buscarlo en el gueto judío de la ciudad polaca de Varsovia en el año 1930-.
La idea de presentar estos dos temas finales me parece que genera una de las formas más sublimes y elevadas con las que se ha podido culminar y cerrar un álbum. ¿A vosotros qué os parece?



Los magníficos videos son cortesía de un señor que me he encontrado por Youtube. Esa estática, el ambiente...



Don McLean: un yankee de los buenos y algo más que American Pie.

martes, 11 de enero de 2011

jueves, 6 de enero de 2011

Lavanda, lavender, Marillion,... Si al final todo encaja.

La planta de la lavanda desprende uno de mis olores favoritos. Un olor que trae recuerdos de tiempos pasados de cuando era niño, de parques, de juegos, de tranquilidad... Seguro que sabéis a lo que me refiero y que más de uno tiene el suyo propio.

Lavanda en inglés es Lavender, y de la misma manera también es el título de una canción de un grupo que hacía un tiempo no me gustaba nada -porque no lo había oído- y que cuya música ahora mismo aprecio bastante: Marillion.

El hecho es que el álbum Misplaced Childhood, publicado en 1985, me parece una pasada sónica de buen Rock Progresivo. Si os percatáis de la fecha en que salió a la calle este disco, en la década de las hombreras, los sintetizadores y de los relojes de plástico este tipo de música ya no era tan valorada ya fuera por la crítica especializada y por los aficionados como lo fue una década atrás, cuando llenaba los estadios y las estanterías de todo el mundo. Ahora el Progresivo era tratado como una moda arcaica, desfasada, hortera y lo que primaba era el Punk o la Nueva Ola...

Por todo eso y por más, mis respetos a esta banda:

domingo, 2 de enero de 2011

Una Joyita: Grizzly Bear - Veckatimest

Ayer no existí. Supongo que a muchos de ustedes les habrá ocurrido lo mismito, pero bueno, ya estamos totalmente recuperados del ajetreo pasado y listos para seguir hablando durante de las músicas, dibujos y demás cosas que llenan la vida de servidor durante este nuevo año.

Con el paso del tiempo, las acciones o hechos que se repiten acaban conviertiéndose en costumbres y éstas a su vez se consolidan en forma de tradiciones. Si esto no es del todo así, por lo menos sí que se aproxima…
Y que se me ocurra ahora mismo, en este blog hay una tradición: me gusta abrir el año con música de mucha enjundia y clase, así que vamos a cumplir y reiniciar este hábito con un grupo que en los últimos meses ha sonado casi a todas horas en mi ordenador, equipo de música y mp3: Grizzly Bear.

Describir el sonido que surge de “Veckatimest” -el disco que tengo de ellos- me resulta harto complicado dada la amplitud de miras, de recovecos y de géneros o estilos por los que pasean su palmito musical los chicos de Grizzly Bear. Por entre las 12 pistas del disco en su edición normal se aparecen elementos de Pop e Indie, de Folk vocal y aparentemente campestre, de Lo-Fi que cualquiera podría hacer, de Psicodelia molona, de Electrónica difusa, de Abstracción y Experimentación a raudales, de Ambiental o Easy Listening de ascensor e incluso algunas trazas de Musical de Broadway.
Entre las páginas y sitios de Internet que he visitado para saber más de ellos se utilizan mucho estas etiquetas, pero sobre todo las que más me llamaron la atención fueron las de "Anti-Folk" y "Freak-Folk". De verdad, brillantes...

En sus dos primeros discos: “Horn Of Plenty” -2.004- y “Yellow House” -2.006- dejaron ya constancia de la capacidad musical y artística que poseía Grizzly Bear, pero se manifestaban todavía de una forma muy bruta o basta en la que la abstracción, experimentación y el sonido Lo-Fi servía de base para crear canciones complejas y abigarradas, profundas y bellas en el fondo, pero que difícilmente entraban en nuestra cabeza a la primera escucha. Como muestra de la fase inicial, ahí suena una pieza de su primer disco, titulada “Merge”:


Pues tras estos dos álbumes, unos cuantos EP´s y tocar con Radiohead -grupo del que son grandes admiradores-, se pusieron manos a la obra para finalizar y llevar en 2.009 a las tiendas Veckatimest: el disco protagonista de hoy que me lleva varios meses por la calle de la dulzura.
Fue mi primera toma de contacto con Grizzly Bear y para expresar lo que sentí en aquél momento sólo puedo hacer una descripción que considero bastante gráfica: fue como estar ante unos Fleet Foxes más urbanos y alquimistas.
Entiendo que es una apreciación apresurada, errónea y poco aclaratoria, pero eso es lo que se me vino a la cabeza en su momento.

El disco en su totalidad me parece uno de esos tesoros de la música actual, resultado de unos músicos que han aprehendido los sonidos pretéritos, sin convencionalismos revival de por medio y los han asimilado/actualizado de un modo natural, dejando a un lado lo frívolo, pretencioso o chic. Y resultado también de haber desbastado y pulimentado el sonido que llevaban haciendo desde tiempo atrás. De sacar lo mejor que tenían dentro.

La primera canción que me sonó de ellos es "Two Weeks", que a muchos os recordará de un anuncio de coches -la verdad es que en mucha de esa publicidad ponen mejor música que en la radio-. La canción en sí es de las más vendibles de la banda, con la que lograron darse a conocer a un público más amplio, tocar en programas de gran audiencia en los USA y leerse de refilón en alguna “revistilla modernilla”, pero eso en absoluto tiene que entenderse como algo negativo o reproblable. Es el ejemplo perfecto de lo que dije antes, pues en este tercer trabajo los Grizzly Bear decidieron potenciar otros puntos que estaban ya latentes en su anterior obra: los juegos y armonías vocales ahora se presentan más cristalinas y brillantes, las melodías menos volubles y más perceptibles, un sonido en general más nítido y adictivo... El videoclip que acompaña esta canción es de lo más extraño que me he echado a la cara, pero mejor será que nos vayamos acostumbrando a estos gustos porque parece ser un hecho habitual de esta banda el que los vídeos sean de todo menos comunes:


A grandes rasgos, si algo me gusta de la música es la capacidad que tiene para llevarme a otros sitios maravillosos en los que poder olvidar durante unos minutos lo podrido y malo que se está volviendo este mundo... Pues bien, por todo eso a mi existencia le ha venido de lujo conocer a Grizzly Bear. Sé que cuando quedo prendado de algo que me conmueve por dentro e intento comunicarlo a los demás, luego me expreso de forma muy vehemente. Así que si no me creen, escuchen este sublime tema:


Magia, inventiva, imaginación, creatividad, inspiración, talento, fantasía, ilusión, ensueño y fascinación son las diez palabras que se me ocurren para retratar la música que hacen los señores Edward Droste, Daniel Rossen, Chris Taylor y Christopher Bear.

Nada más hay que añadir. Ahora se quedan con estos dos temazos y sus respectivos vídeos.
“Ready, Able” es uno de los temás más oscuros y misteriosos del álbum y la animación que la acompaña no hace sino aumentar esa sensación:


“While You Wait For The Others” es mi canción favorita de Veckatimest. Esa contraposición de suavidad coralina y tensión guitarrera es soberbia:



Eso es todo amigos.