viernes, 29 de julio de 2011

El mágico Bill Evans...


...Dibujo antiguo retocado con ruido (es curioso lo que me gusta el ruido) y un poco de color.

lunes, 25 de julio de 2011

Una Joyita: Love y "Forever Changes":

Hace unos tres años que publiqué una entrada en la que contaba la historia de la banda y de uno de los discos que más hizo por cambiar mis sentimientos y formas de escuchar y entender la música, así que he pensado "¡Hey Víctor, hazlo de nuevo!" y como casi siempre me suelo hacer casi a mí mismo, pues aquí está: La reseña de Love, el grupo angelino liderado por ese excéntrico genio Arthur Lee y por Johnny Echols, a pachas también.


Como todo el mundo sabe, al principio de los años 60, California era un hervidero de grupos en contínuo estado de ebullición. Muchos de ellos nacían para editar como mucho un par de singles y desaparecer para siempre, algunos pocos tuvieron una línea ascendente prolongada y bien sólida, y la gran mayoría sufrió un camino irregular y lleno de vaivenes hasta lograr cierta estabilidad...
En este último apartado podríamos situar a nuestra gente de Love, que originalmente se paseó por los locales de moda y por las casas discográficas con el nombre de The Grass Roots. Bajo este nombre ya estaban integrados gran parte de los miembros que acabarían formando Love: Ahí tocaban el baterista Don Conka, el bajo John Fleck y poco después Brian MacLean como guitarrista, compositor y vocalista.
The Grass Roots practicaba una música que entrelazaba Folk, Blues y Rock fuertemente influída por los primeros Rolling Stones y los Byrds. Con esta fórmula es con la que en poco tiempo se convirtieron en uno de los grupos más seguidos y admirados dentro del circuíto musical californiano, atrayendo ya en el 65 la atención de aficionados y de unas cuantas compañías discográficas, siempre atentas ante todo lo que oliera a éxito y dólares frescos en la cartera.



En este primer período es cuando durante un concierto que estaban dando en el mítico local angelino Brave New World, los todavía conocidos como The Grass Roots decidieron que el público eligiera entre varias propuestas un nuevo nombre para el grupo (pues pensaban que con él podría venir un cambio de ciclo y una progresión positiva en la banda). Se propusieron nombres tan rimbombantes y prototípicos de la época hippiesca com The Asylum Choir o The Summer´s Children, pero el público pasó de tanto barroquismo para acabar eligiendo (suponemos que democráticamente y a mano alzada) un nombre mucho más simple y a la vez directo: Love.
¿No es bonita la anécdota? ¡Que hagan un biopic ya!

Puede parecer que eso de querer cambiar de nombre con la intención de que también se cambiaría de tendencia era en realidad una tremenda tontería, pero no lo fue. En absoluto. Con éste flamante nombre, la banda de Lee inició sorprendentemente una nueva y prometedora andadura, dándose como no puede ser de otra manera, los típicos cambios en el grupo: Ken Forssi se convirtió en el nuevo bajista y Alban "Snoopy" Pfinster cogió las baquetas para reemplazar a Don Conka debido a los grandes y graves problemas que este último tenía con las drogas. Un caso muy prematuro de las terribles consecuencias que el uso y abuso de sustancias nocivas empezaba a tener dentro del mundo del Rock, y que recientemente ha vuelto a golpear...

Jac Holzman, fundador de la discográfica independiente Elektra y un tipo al parecer con una visión musical excepcional, se fijó en la progresión de Love, en la aceptación que tenían entre el público y decidió contratarlos en el 66 para confeccionar lo que iba a ser el primer disco de la banda.
Para esta todavía joven compañía discográfica, Love y Arthur Lee eran una apuesta importante, ya que apostaron por ellos para que se convirtieran en el buque insignia de la compañía. Pero este estatus duró bien poco, ya que la arrolladora y contundente aparición de los Doors y Jim Morrison (que reconocía una sincera admiración por la figura de Arthur Lee) hizo que la Elektra centrara lógicamente sus atención y esfuerzos en el siempre impactante Rey Lagarto, quedando entonces Love en un discreto segundo plano. Es lo que hay...

Para el repertorio de su primer disco, Arthur Lee tiró de sus vivencias y experiencias… Así fue como compuso por ejemplo esa grisácea canción dedicada a su amigo Don Conka, desaparecido en combate. Se titula "Sign D.C", y la vamos a escuchar tranquilamente:



Pasó sólo un año y el sonido de Love, lejos de estancarse, se hizo sensiblemente más complejo y rico en matices.
¿Era "Da Capo" una vuelta a los orígenes? ¿Un paso atrás? Yo creo que no.
La portada era muy similar al disco de debut: con Lee, Echols y el resto de la banda en las ruinas de la comuna conocida por los lugareños como El Castillo, todo parecía indicar que era un regreso al principio, pero el contenido del álbum tenía algo más, algo nuevo...
Gracias a la ampliación de la plantilla con Tjay Cantrelli y Michael Stuart como nuevos miembros más cercanos musicalmente a los sonidos provenientes del Jazz, el mundo de Love se liberó del corsé del Rock más o menos tradicional para evolucionar hacia algo distinto, más experimental y libre donde el Free-Jazz jugaba con la Psicodelia y el Rock. Lo cierto, es que a parte de expandir y enriquecer la música de la banda y de prepararlos aún mejor como músicos, lo que también consiguieron fue aumentar el número de seguidores de esta banda. Un ejemplo de esta mezcolanza es esta alocada “Stephanie Knows Why”:



Siguiendo el ritmo de trabajo por año, en 1967 tocó el turno nuevamente y editaron su tercer álbum, "Forever Changes", que es en mi opinión el punto más álgido en la discografía de Love. Ahora, por primera vez el ingenioso Arthur Lee toma los mandos de la producción, eso sí, con la inestimable participación de Bruce Botnick.
A la sonoridad ya característica de la banda, había que sumar además el empleo de orquestaciones y de unos de los arreglos más inteligentes que se habían escuchado hasta entonces (cortesía de un tal David Angel). El gran cuidado instrumental y esas pequeñísimas gotas de genialidad en forma de detalles, efectos y trucos que hay en cada tema son lo que hacen que este álbum sea de verdad único... Otro aspecto que mejoró fue el lírico. La composición de las letras ganó más peso gracias a la cada vez más importante aportación de Brian MacLean. Sus letras más abiertas y emotivas eran el contrapunto perfecto para las de Arthur, siempre más idas, surrealistas y crípticas.

Si os soy sincero, ninguno de los temas de este disco tiene desperdicio. Se abre de forma melancólica y cálida con "Alone Again Or", adornada de guitarras acústicas y aires latinos casi mariachis. Es estremecedor. Abrir un álbum con una canción así de grande tiene el problema de mantener el nivel, pero Love lo hicieron con "A House Is Not A Motel", donde la personalidad, carácter y raza de Lee sale a relucir. Y de la instrumentación no diremos que se queda atrás porque sería mentir: Otra de las cosas que más me gusta de Forever Changes es esa habilidad para transformar lo dulce en ácido, para fluir de la suavidad de la orquestación a la agresividad de las guitarras con una naturalidad que resulta sorprendente. Más dinámicas y contraposiciones de este tipo se pueden encontrar a lo largo de todo el trabajo e igualmente conseguidas en canciones como "Live And Let Live".

El segundo tema más conocido del disco es "Andmoreagain", dotado de una sencillez y cuidado en sus arreglos de cuerda que abruma al poner el oído. Como se ha visto en otras ocasiones, no es necesario ser wagneriano para dejar noqueado al público. Y la parte de la letra en la que dice "...And You Don´t Know How Much I Love You..." es para enmarcar. Como ésta es mi canción favorita, ahí que va:



Cada corte que trascurre nos muestra una pequeña obra maestra: "Maybe The People Would Be The Times Or Between Clark And Hilldale", "The Red Telephone" y "The Good Humor Man He Sees Everything Like This" son buena prueba de ello.

El tema elegido por la banda para cerrar este disco fue el exquisito, elegante y a la vez grandilocuente "You Set The Scene". Y es que no se les ocurrió mejor forma de demostrar la enorme capacidad creativa y la originalidad que gastaba esta banda:



En el momento de su publicación (y como suele pasar) el disco no obtuvo las ventas que se esperaban, Love siguió sacando discos y actuando, pero no con la proyección que se les supuso en si día. Se acabaron convirtiendo en lo que la gente llama una banda de culto (las interpretaciones, condiciones o puntos a cumplir para ser una banda de este tipo son múltiples y muy personales, así que no vamos a ahondar), pero actualmente Forever Changes y Love se han ido revalorizando debido básicamente a la labor de rescate llevada a cabo por parte de la prensa especializada y de la gente que sabe de Música. Desde esos focos se ha destacado la aportación y el papel de Love como uno de los grandes grupos de la Historia y recordado a "Forever Changes" como una auténtica obra maestra.

Cuando compré y escuché este disco estaba en una etapa muy positiva en mi vida y eso puede hacer que mi corazón influya más que mi cerebro a la hora de juzgarlo, pero si tenemos en cuenta que en estos momentos no está la situación personal para tirar cohetes y sigo opinando lo mismo, quizás es porque "Forever Changes" es bueno sí o sí.

Ya sólo queda que quien quiera o pueda se lo escuche y me cuente en otro momento qué tal le fue...

Por mi parte, una última cosa que ya he repetido en varias ocasiones comentando en los Blogs de otros compañeros cuando venía al caso: en mi opinión, se debería hacer un pack triple en el que aparecieran juntos éste disco, el "Pet Sounds" de los Beach Boys y el "Odessey And Oracle" de los Zombies como ejemplo de perfección musical. Hay más posibilidades de hacer combinaciones musicales, pero esta es la que propongo hoy.



Saludos y Love para todos.

jueves, 21 de julio de 2011

Los Toros:

Aquí les enseño el resultado del experimento...



La acuarela no es lo mío y las corridas de toros pues casi que tampoco, pero lo que no puedo negar es que al margen de la crudeza que supone matar a un animal de esa forma (con todas las excusas, justificaciones o cuestiones que se quieran poner) son estos unos “festejos” que tienen en torno suyo un ceremonial, una estética y un cromatismo bastantes sugerentes a la hora de querer reflejar ese mundo en un papel o un lienzo.

lunes, 18 de julio de 2011

Eric Bell:

Revisando el estado de mis otros blogs y viendo que los primeros pasitos del Grandes Guitarristas pasaron más o menos desapercibidos, he decidido trastocar y traer aquí de nuevo lo que en su día hicimos Dani y servidor sobre uno de mis guitarristas favoritos: Eric Bell.


Eric Robin Bell, como todo el mundo sabe o debería saber, fue el flamante primer guitarrista y miembro fundador de Thin Lizzy: Una legendaria formación irlandesa liderada por el añorado y carismático cantante-bajista-compositor Phill Lynott.

Eric forma parte de ese maldito grupo de guitarristas dotados de un grandísimo nivel (criado en la Belfast de los sesenta formó parte de bandas como Them, Shades of Blue y The Dreams) pero que han quedado relegados a una segunda fila en cuanto a popularidad o reconocimiento. Casos como este hay muchos, pero para eso estamos nosotros.
Lo que tengo más claro que claro es que simplemente por la aportación de su sonido en los primeros trabajos de Thin Lizzy me merece todo el respeto del mundo (sin desmerecer nada a Gary Moore, Brian Robertson o Scott Gorham).

Thin Lizzy, pese a ser una banda encuadrada dentro del Hard Rock de principios de los 70 y convertirse en un referente de los futuros grupos "jevis", tenían la suerte o personalidad suficiente para no estar encorsetados ni musical ni estilísticamente.
Una de las características más bonitas y que hicieron a Thin Lizzy un grupo realmente único fue eso: Ser una de las pocas bandas que no estuvieron dominadas por la moda y las corrientes prefijadas que imponían los gallos más grandes del corral musical de la época.
Gozaban de unas miras musicales muy amplias y trascendían más allá de los géneros. Así, en la primera etapa de Thin Lizzy y por mediación directa de Eric, se asomaban a través de sus canciones trazos muy finos de la música tradicional irlandesa y esos delicados gustos por lo acústico que jugueteaban y se entremezclaban con esa habilidad innata de Phil para los medios tiempos y para el sentir poético tan ligado a su tierra...

En el año 71 grabaron en menos de cuatro días lo que iba a ser su primer disco grande, que consiguieron editar en la Deran (una buena compañía subsidiaria de la Decca). Titulado con el nombre de la banda, serviría simplemente para darles a conocer pues los triunfos tardarían en llegar un poco más, aunque ya daban muestras del descomunal talento que poseían al incluir interesantes temas como este "Things Ain´t Working Out Down At The Farm", donde aparecían un Eric Bell a la guitarra y un Brian Downey a la batería mostrando un gran estado de forma:



Todos esos rasgos diferenciales hicieron de Thin Lizzy una banda muy grande, pero en esta época el hecho de tener un par de discos en una discográfica seria como la Deram (no nos olvidamos de su segundo disco del 72 'Shades Of A Blue Orphanage', que lucía bellos cortes como "Sarah" o "Brought Down") no te garantizaba nada... Y de algo había que comer. Por ello, Bell junto a Phil y Downey decidieron unirse varios miembros de otro grupo local dublinés para iniciar un nuevo proyecto paralelo conocido como Funky Junction: Una banda paralela tributo con la que lanzaron en 1973 un sorprendente disco titulado 'Funky Junction Play A Tribute To Deep Purple'... Y digo sorprendente porque creo que es el disco-tributo que más rápido se ha hecho en la Historia de la Música a una banda todavía tan jóven, los Deep Purple del 73, que por entonces había sacado con la formación clásica únicamente tres discos ¡Per qué discos amigos!: 'In Rock', 'Machine Head' y 'Fireball' ¡Casi nada!

Como curiosidad vamos a dar una serie de datos: Al parecer Eric y compañía cobraron mil libras por grabar este disco, sus nombres no aparecieron en los créditos finales del disco, y en la portada apareció la foto de una banda distinta...
¡Y es que a veces el mundo del Rock es muy desagradecido!


Tras este curioso escarceo, iniciaron el tercer asalto con el grabación de 'Vagabonds Of The Western World'. La historia dice que antes de que el plástico saliera a las tiendas, la discográfica decidió sacar por su cuenta un single de adelanto con la intención de captar nuevo público, hecho que disgustó a la banda debido a que creían que el tema elegido era interesante pero que no iba muy en la línea musical que querían desarrollar. Lo que no sabía es que ese single, una canción tradicional irlandesa en clave de rock llamada "Whiskey In The Jar", se convertiría en un clásico instantáneo:



Este sería el útimo tabajo de Eric con el grupo.Ya sin él, el sonido de Thin Lizzy se hizo más duro y el vacío de su puesto sería ocupado por dos guitarristas... Pero antes de marcharse, Eric pudo dejar impresa su guitarra en grandes canciones como The Rocker o con la que nos despedimos por hoy, la nebulosa Little Girl In Bloom (mi canción favorita de entre todas de la banda) aquí en directo y con una capa más acentuada de misterio y esa contraposición tensión-suavidad que tanto me gusta...



Tras sus trabajos con Thin Lizzy, Eric continuó dándole a la guitarra pero de una forma un tanto deslabazada, irregular en cuanto a apariciones y de difícil seguimiento, ya fuera con su propio grupo, participando en la Noel Redding Band o apareciendo en conciertos tributo a la memoria de TL...
Aún así, siempre merecerá la pena prestar atención a las cuerdas de este tipo.

Se recomienda la escucha de la versión de estudio, que es lo que voy a hacer pero ahora mismo.

viernes, 15 de julio de 2011

Por las pintas tan chungas con la que he salido...



Sería primo de Quagmire fijo:)

miércoles, 13 de julio de 2011

Vinilos: ZZ Top - Tush.

Coincidiendo con el paso del trío por estas tierras y que me he encontrado con más singles por los cajones del salón, ahí os muestro el escaneo de la portada, contraportada y un vídeo curiosote que se montó alguien en Youtube del temazo en cuestión: "Tush".






Para aquellos incautos que no conozcan a estos tíos, tal y como pone en la curiosa redacción de la contraportada: "ZZ Top son un grupo en la línea de la mejor tradición tejana, y, según propia definición, son un cruce entre The Allman Brothers y 'Anned' Heat..." :)

domingo, 10 de julio de 2011

El Castillo de Alcalá La Vieja y un poco más:

Pues vamos ya a finiquitar esta segunda parte con la culminación de la ruta del Parque de Los Cerros que lleva al antiguo Castillo de Alcalá La Vieja.


Pues bien, continuando el camino del río, veremos como a mano derecha sale a nuestro paso para saludarnos la única torre que aún queda en pie (reconozco que esta expresión está desfasada, pero me hacía ilusión decirla así que ahí está). El resto de las ocho torres albarranas que llegaron a conformar el sistema defensivo se encuentran a día de hoy o desaparecidas o en un estado de conservación ruinoso, como bien se aprecia en esta fotografía:


El origen de este Castillo se remonta a una pequeña atalaya levantada por los musulmanes en torno al siglo IX con una intención claramente defensiva y estratégica: El control y dominio del territorio que comprende el curso del Henares por su paso por Alcalá dentro de un entramado de vigilancia que tenía como fin último proteger y mantener bajo su poder la zona del Tajo y la ruta que enlazaba Toledo (símbolo del centro peninsular) con Zaragoza, en un período en el que los avances y retrocesos entre los musulmanes del sur y los cristianos del norte estaban a la orden del día en la Marca Media.
Como era lógico, el asentamiento debía situarse en un enclave geográfico que fuera lo más invulnerable posible, todo lo contrario al antiguo núcleo urbano romano de Complutum, levantado en el llano y más difícil de defender. Para ello, se eligió la zona más abrupta de la orilla sur del Henares, donde la presencia del río, de las elevaciones de los cerros, barrancos, cárcavas y quebradas servían de una defensa natural perfecta. Hay puntos a los que es imposible acceder y donde el fostíón en caso de pisar en falso está asegurado:


Progresivamente y atendiendo a la evolución político-militar que acabó derivando en el control musulmán de prácticamente toda la Península, esta pequeña fortificación experimentó un notable desarrollo interno que se reflejó también en el aspecto externo. Se reforzaron y ampliaron tanto muros como torres-vigía y se hizo más compleja la articulación interna con la disposición de aljibes para el depósito del agua potable y de silos para el almacén de los alimentos. Además, hay restos que demuestran que a extramuros surgió un núcleo urbano hispano-musulmán a modo de arrabal que sirvió para concentrar a la numerosa población que acudió a la fortaleza en busca de la protección que no hallaba en el llano.
Este crecimiento, no sólo en tamaño sino también en importancia, se aprecia en las distintas nomenclaturas que recibió el castillo a lo largo del tiempo. Mientras en unos primeros documentos datados en el 920 se refieren a este emplazamiento simplemente como Al-Qul'aya (que viene a significar algo así como El Castillejo), más adelante en el siglo XI llega a aparecer documentado como Qal’at’Abd al-Salam (interpretado de múltiples y sonoras formas como por ejemplo El Castillo de Abd al-Salam o del Príncipe De La Paz). Con este nombre será conocido definitivamente por todas las gentes del lugar.


Al acercarnos a ella, la única torre superviviente ofrece con su planta cuadrada actualmente restaurada una imagen sobria y respetable, y eso que hay que tener en cuenta que su parte superior se destruyó y aparenta más pequeña de lo que en su día fue.



A los pies del promontorio sobre el que se alza el Castillo podemos ver que se han llevado a cabo algunos trabajos arqueológicos. Por lo que he estado leyendo puede que se trate de pequeñas pruebas y catas para comprobar el estado de los arrabales de los que hablamos antes. En las fotos que hice de estas excavaciones podemos ver claramente una pavimentación en ladrillo, restos de derrumbe con esas tejas y partes de un acceso a lo que pudiera ser el interior de una de las casas del complejo.
Si existieran unos paneles informativos o unas visitas guiadas os podría haber dado más datos, pero como la ciudad ha vivido durante muuuuchos años de espalda al río, poco más puedo hacer. El año pasado, en una de mis caminatas habituales me encontré con un grupo de arqueólogos que estaba trabajando allí, pero no les pregunté nada porque todavía hoy me acuerdo de la cara de sospecha que poníamos cuando excavaba, venía a acercarse alguien de fuera y nos hacía preguntas.

Una de los momentos más curiosos de mi visita al Castillo vino cuando echando un vistazo al yacimiento me topé con algo raro. Así de golpe pensé que se trataba de un balón de fútbol, pero rápidamente deseché esa idea ya que estábamos en medio de la nada más absoluta y el polideportivo quedaba un pelín bastante lejos. Me acerqué para ver de qué se trataba y fue entonces cuando me ví que no, que no era una pelotita... Era una esfera de piedra tallada.


Sí, sí, reconozco que no estamos hablando de una esfera tallada con una perfección acongojante hecha por los mayas ni nada de eso, pero me sorprendió. Desconozco la función que pudo tener (posiblemente se trata de un remate superior de algo, aunque no tuviera un hueco donde ensamblarla) o incluso si este objeto pertenece de verdad al yacimiento... Si alguien lo sabe, que lo diga.
De todas formas podéis ver por la fotografía que no se puede decir que la esfera sea pequeña. Intenté voltearla para observarla por todos lados y me costó bastante, así que teniendo en cuenta que el acceso a motor a Los Cerros está prohibido, dudo que venga algún valiente a llevarse esta bola a cuestas hasta su casa.


Ya dentro de lo que fuera el recinto principal, podemos ver como se ha ido trabajando y excavando en distintos niveles. Todavía queda mucha faena por realizar, pero no sé si con este parón que ha sufrido la arqueología con la crisis se va a poder hacer algo. Lo que está claro es que esta zona, aunque haya sufrido algún que otro expolio o metedura de pico y pala sin mucho criterio, siempre merecerá la pena intentarlo y conocer cosas nuevas.
Viendo estas imágenes a mi lo que me entra es una sensación de tristeza bastante grande por ver cómo hemos ido dejando que la apatía, la desgana y el desinterés destrozaran e hicieran añicos nuestra Historia y Patrimonio...





Pero no todo acabó en el siglo X. El devenir de los acontecimientos también hizo mella en el Castillo y sus años de esplendor iban a empezar a empañarse muy pronto. 1085 se convirtió en una fecha clave ya que la reconquista de Toledo por parte de Alfonso VI supuso a grandes rasgos el principio del fin del dominio musulmán y un punto de inflexión para la Reconquista y el avance cristiano en la Península Ibérica.
Esta dinámica política y militar tuvo su reflejo en estas tierras un poco más tarde, el 3 de mayo de 1118, fecha en la que el Arzobispo de Toledo Don Bernardo de Sedirac tomó la plaza de Qal’at’Abd al-Salam inspirado popularmente por la aparición milagrosa de la Vera-Cruz.


Casi inmediatamente, este cambio de tornas se hizo patente en la vida de la zona. Las autoridades cristianas iniciaron entonces una labor de unificación, de creación y refuerzo de la propia identidad. Suele ser esta una reacción común en todo el mundo y aquí no iba a ser diferente. De este modo surgieron historias, leyendas y tradiciones populares que contribuyeron a fortalecer la identidad cristiana del lugar. Por ejemplo, la visión en 1118 de la Vera-Cruz, o el hallazgo de la Virgen del Val en 1184 (Virgen que se convirtió en la Patrona y Alcaldesa de la ciudad y que tiene una ermita levantada en su honor justo enfrente del Castillo en la orilla contraria, representando y simbolizando perfectamente esa contraposición) son buenas muestras de cómo un poder relegó a otro.


Otra acción o consecuencia de la nueva situación fue el trasvase de la población hispano-musulmana que habitaba los arrabales de Alcalá La Vieja hacia al llano. Allí, en la rica y fértil Vega del Henares se levantó y articuló un núcleo urbano principalmente cristiano en torno a la capilla que acogía desde el siglo V los restos de los Santos Niños Justo y Pastor. Santos que según la tradición fueron martirizados en el siglo IV en Complutum y que se convirtieron en una especie de Rómulo y Remo alcalaínos.


El Castillo de Alcalá La Vieja siguió en pleno funcionamiento durante los siglos XIV y XV como soporte para el proceso de repoblación que vivió el centro peninsular, pero esta suerte iba a durar poco ya que el golpe que supuso el traslado de población antes mencionado acabaría siendo mortal debido a que el núcleo urbano cristiano conocido como el Burgo de Santiuste se convertiría definitivamente, con la Iglesia-Magistral-Catedral como centro neurálgico, en el germen y origen de lo que actualmente es la ciudad de Alcalá de Henares. Así, alejado y apartado del centro poblacional y económico que ahora era el Burgo de Santiuste, nuestro Castillo aguantaría el paso del tiempo convertido en una antigualla que no interesaba a nadie, en una cantera (somos así de listos) y en el protagonista de la entrada para un Blog…

martes, 5 de julio de 2011

Una de viñetas:

Esta es una que hice ayer sobre el tema que tanto nos está interesando a los seguidores y amantes de la música, en B/N y en esos colores morados y raros que tanto me gustan:



Y este es otro dibujo que realicé hace ya unas semanas tratando el asunto de las manifestaciones, de los indignados y los diputados vapuleados:



¡Próximamente más y mejor!

domingo, 3 de julio de 2011

El Parque De Los Cerros - Ruta hacia el Castillo de Alcalá La Vieja 1ª Parte:


Como con el verano ya llegó para quedarse y hay más tiempo libre disponible, hoy he preferido dejar momentáneamente a un lado los temas que vienen siendo habituales en el blog, es decir, los dibujos y la música, para centrarme en algo distinto y de lo que me apetece muchísimo hablar: Los Cerros de Alcalá de Henares y las distintas opciones de paseos y rutas que nos ofrece.

Todo el mundo que se haya pasado por este Blog sabrá de otras veces en las que he escrito sobre Alcalá que esta es una ciudad Patrimonio de la Humanidad y que como suele ser habitual en todo buen ciudadano, la relación amor-odio que tenemos sigue plenamente vigente. Entre los atributos que la hicieron ciudad merecedora de este título está el contar la Universidad Cisneriana, con uno de los ciclos de teatro clásico (no confundir con romano) más importantes de España, con una de las dos únicas Iglesias-Magistrales del mundo, con un pasado y un bagaje histórico-arquitectónico-artístico a sus espaldas espectacular (aunque castigado por los avatares del destino), acoger el premio de literatura en lengua hispánica más célebre, ser un importante centro de fomento y enseñanza del español… Y todo eso está muy bien, pero lo verdaderamente positivo de todo es que el potencial de esta ciudad sigue siendo considerable. Por contrapartida, hay mucha gente que no confía o cree en la ciudad, que no se da cuenta de ello o que directamente prefieren mantenerla inmóvil en el tiempo, sin potenciarla al máximo. Lo cierto es que si se busca e indaga, se ve que tiene algo más que un simple ciclo de teatro clásico, abundantes bares de tapas o cigüeñas…



Antes de todo, como no soy un experto en geografía ni biología, voy a hacer mía la descripción que de Los Cerros hace el grupo de Ecologistas en Acción, gente con la que yo no tengo nada que ver, pero que sabe del asunto bastante más que yo. Así os hacéis una idea general del lugar.
Pues bien, para empezar diremos que "el Parque de los Cerros se sitúa en la margen izquierda del río Henares, al sur de la ciudad. Este terreno natural acotado se estableció en la década de los 80 tras la compra de terrenos a propietarios privados por parte del Ayuntamiento que permitió la consolidación de un espacio protegido de titularidad pública. Sin embargo, en la actualidad este espacio natural tan solo tiene la básica catalogación de Monte de Utilidad Pública", quedando todavía exento de una mayor protección, a merced de la amenazante proximidad de los polígonos industriales...
Pero "pese a las agresiones sufridas a través de los siglos (explotaciones agrícolas, extracción de arcillas, vertedero...) el Parque conserva aún en su interior una importante riqueza histórica, arqueológica y una enorme variedad en flora y fauna. Combina los entornos de ribera fluvial, cerros, cárcavas y páramos. Márgenes del río enriquecidas con el aporte de limos y sedimentos arrastrados por las aguas, que abundan en álamos, chopos y alisos, además de una presencia notable de especies arbustivas y herbáceas; cerros áridos de arcillas, margas y yesos, donde la vida adopta otras formas inmensamente variadas: tarayal, atochar, coscojar, encinar, el sempiterno pinar..."
Por todo ello, "el Parque de los Cerros es un verdadero tesoro que necesitamos conocer y apreciar. Un lugar para visitar con respeto y afán de aprender. Porque el Parque no es solo lo que ahora vemos (una sombra de su pasado lejano), sino también una esperanza de futuro.
Un bien de todos y para todos."



La primera ruta de la que vamos a hablar en este “Especial Zapatillas, Mochila, Bocata y Cantimplora” es la que lleva directamente al antiguo Castillo Árabe.
Al igual que todos los caminos del Parque de Los Cerros, éste tiene su punto de partida en el aparcamiento público gratuito. Siguiendo las indicaciones de los paneles y señalizaciones de los postes de color azul que aparecen a lo largo del trayecto es imposible perderse. Es un camino de ida y vuelta, con unos 8 kilómetros de distancia en el que hay senderos alternativos, atajos y otros vericuetos que siempre están bien para diversificar las alternativas y amenizar el camino si se repite. Aún así, es bastante accesible y se puede completar sin ningún tipo de problemas en unas 2 ó 3 horas (con sus respectivas paradas en los paneles de información y para beber agua o echar algunas fotos).
Por otra parte, advierto que si se va a dar el paseo en verano es recomendable acudir por la mañana o ya bien entrada la tarde para evitar los calores, porque aunque parte de la ruta se desarrolla junto a la ribera del Henares (con su característico fresquillo), también hay unas cuantas zonas en las que se pasa por secarrales al raso, con el Sol pegando en todo lo alto y sin nubes o arboledas que sirvan de protección que pueden convertir la caminata en una experiencia brutal.
Y quien avisa no es traidor...


A lo largo de toda la ruta se aprecia la tremenda labor de recuperación del espacio natural que ha experimentado el lugar tal y como demuestra la reforestación de un pinar joven y la presencia de otros árboles de más arraigo en la zona que están íntimamente relacionados con la huerta y con la comarca como lo es el almendro. Este desarrollo de la masa forestal ha propiciado que especialmente las liebres hayan encontrado alimento con el que sostenerse y así poder crecer en número, ya recuperadas de la mixomatosis y otras enfermedades que décadas atrás diezmaron a este animal.
Con mayor vegetación, más presencia de liebres y a su vez de otras especies más delicadas en su conservación en el caso de las rapaces (cernícalos, aguiluchos y algunas en peligro de extinción como el Águila Imperial Ibérica)... Si es que todo va enlazado.
Tuve la suerte de pasearme durante los meses de primavera y sacar unas cuantas fotos con mi vejete Nokia de los almendros en flor. Lo intenté con las liebres, pero son bastante más rápidas.




Tras dejar atrás el tramo de La Albega, que es un recto y suave repecho en el que en las horas centrales del día te puede dar un soponcio de cuidado, ahora nos acercamos al Pico de Malvecino. Es entonces cuando descendemos y empezamos a acercarnos de nuevo al río, donde los árboles de ribera nos ofrecen un poco más de cobijo, sombra y fresco. Caminaremos frente a la presilla del Cayo (donde muchos chavales van a refrescarse), la ciudad deportiva, el campo de la RSD Alcalá, la Ermita de la Virgen del Val (cuyo origen se remonta al siglo XII), y la ahora destruida Casa del Barquero (del XIX). La situación en concreto de este edificio me da una pena enorme ya que podría restaurarse y convertirse en un centro de interpretación del Parque de Los Cerros o en un área recreativa de la ribera del Henares que conectara con la orilla de la ciudad, ¡pero qué se le va a hacer! en Alcalá no es el primer caso en el que un edificio histórico ha acabado abandonado, derruido o destrozado. Es una de nuestras cruces...



Continuando el paseo, junto al río Henares nos daremos cuenta que el terreno de la ribera es bastante arcilloso y que en determinadas zonas emite reflejos y brilla a nuestros ojos. Eso se debe a que la concentración de yesos que hubo entre los estratos de arcillas y margas se fueron cristalizando en forma de grandes placas que hoy día afloran a la superficie y que todos los que tenemos colecciones de minerales sabemos apreciar.


Y ahora ya no queda nada para llegar al final del camino y subir al Castillo... ¡Pero eso será la semana que viene!