martes, 27 de noviembre de 2012

Electric Mary + Black Hazes en Alcalá de Henares:

El sábado 24 fue un día memorable. Una de esas fechas que quedará para el recuerdo en la mente y el corazón de todos los amantes de la música en Alcalá de Henares. Nosotros nos olíamos que algo bueno iba a pasar, así que no pudimos perdernos la cita que Black Hazes y Electric Mary nos tenían reservada en la Sala EgoLive


Los primeros en abrir la noche fueron los invitados Black Hazes: un grupo local de Heavy-Rock (prefiero este término acuñado ya hace unos treinta y tantos años por la gente de Barón Rojo que el de Heavy-Metal) más bien de corte clásico en formato trío que subió al escenario como un auténtico huracán desde el primer segundo, con una fuerza inaudita y unas ganas de disfrutar y de gustar al público muy pocas veces vista en la sala. 


Black Hazes resultó ser un grupo activo, vitalista y contestatario que a las primeras de cambio arrearon, siempre canción en mano, contra esa marca de ambientadores para el hogar llamada Ambi Pur que últimamente es bastante ‘conocida’ por aquél anuncio de televisión que no sé si habéis visto en el que aparentan hacer un concierto con jevis y al día siguiente, en la misma sala, unas embarazadas se ponían a practicar yoga o una mierda de esas y luego decían sorprendidas no notar el ambiente cargado porque claro, antes se había estado echando ese ambientador… Vamos, que Ambi Pur se lo ha buscado bien buscado por faltones, clasistas y estúpidos. 

La segunda tanda vino cuando se acordaron de esa gran dama de la política autonómica, nacional e internacional que es Doña Esperanza Aguirre ¿O era Ana Botella? Bueno, da igual… Lo cierto es que las dos se lo podrían merecer tranquilamente debido al enorme mérito y talento que atesoran las dos. 


A lo largo de su espectáculo, Black Hazes nos demostraron tener todos los ingredientes necesarios para gozarlo: un bajo que suena crujiente y profundo -como debe ser en estos casos-, un guitarra solista que se sale en todas las facetas, un baterista impecable y un cantante -Ani- que sabe cómo meterse al público en el bolsillo gracias a su garra, actitud y también, no vamos a negarlo, a canciones como “Miedo” y “Falsa Sonrisa”… En fin, una banda que no conocía, que está preparando lo que va a ser su primer álbum grande y que seguiremos muy de cerca porque de verdad se lo merecen.



Tras recoger los trastos, les tocó el turno a Electric Mary. Desde que me contaron hace un mes aproximadamente que estos máquinas habían acompañado a maestros de la talla de Deep Purple, Judas Priest y Alice Cooper, tenía unas ganas enormes de comprobar y ver en persona a esta pedazo de banda australiana y lo cierto es que no me defraudaron en absoluto. La puesta en escena fue de gente con muchas tablas. De gente que sabe lo que se hace y que domina además del ámbito musical -que ya hablaremos de ello- toda esa parte actoral que lleva consigo un concierto, es decir: la farándula, el espectáculo, el show


Rusty Brown, el cantante, encarnó a la perfección el papel de frontman y acaparó para sí el protagonismo de la noche. Un grandullón con carisma que viene a ser algo similar al resultado del hipotético y no deseado cruce de Ray Liotta, Zach Galifianakis, Hank Von Helvete y la típica Rockstar setentera con la libido tan subida como... Bueno, mucho.


Pero Rusty no estaba sólo. Afortunadamente iba acompañado de una cuadrilla de auténticos bestias del Rock. Detrás de él tenía una precisa y retumbante sección rítmica que corría a cargo de Venom -además de que el nombre mola un huevo, debemos decir que el pavo se lució con un solo a lo vieja escuela de los que hacen afición- y a su lado, escoltándole, dos guitarristas de excepción. Uno era el nuevo de la banda y desconozco su nombre -el zocato y pelón-, el otro era Pete Robinson -diestro y con melenas-. Ambos supieron jugar sus cartas de la mejor manera posible, combinándose, doblándose, sin pisarse, a la perfección. Aunque hubo un hecho que me llamó la atención: parecía como si cada uno tuviera su terreno marcado y no pudieran o quisieran moverse mucho, acercarse el uno al otro, que no hubiera interacción física… Aunque claro, quizá para ello estaba el bajista. 


Alex Raunjak se llama el figura. No paró en toda la noche de aporrear su cascadísimo Fender Precission Bass, de moverse, contorsionarse, acoplarse con sus colegas como ese momento en que junto al guitarrista nuevo se tocaron sus respectivos instrumentos -sin doble sentido ni nada-, de darle al bebercio y de brindar con el público siempre que se daba la situación. 




Esta era la penúltima cita de Electric Mary en España dentro de su gira europea en la que estaban presentando su último trabajo hasta el momento -‘III’ Listeneable Records 2011-. Así que entre disquisiciones sobre si Rusty Brown era el Jorge Lorenzo o el Fernando Alonso australiano -malos tiempos para la lírica asturiana- y sobre el diminuto tamaño de su pene, se fueron colando temazos del ‘III’ como “Stained” y “O.I.C”.

 

Pero también hubo espacio para versionar a los Beatles con el "Helter Skelter" -no es la primera ni la segunda vez que escucho una versión de los de Liverpool en el EgoLive-, para recuperar piezas de su primer trabajo ‘Down To The Bone’ -Powerage 2009-, de ‘Long Time Coming’ -Electric Mary 2011- y de ‘From The Vault’ -Hydrant Music 2012- que levantaron al personal como así ocurrió con temas como el “Let Me Out” con el que inauguraron su recital, “M.B.F”, “Gasoline And Guns” o este “Luv Me”:

 

Y es que experimentar una noche en ‘La Iglesia de Electric Mary’ es algo que todo el mundo debería hacer por lo menos una vez en la vida. La comunión con el público fue unánime y absoluta. Un evento único, mágico e inolvidable del que nos encontramos satisfechos y orgullosos de poder haber disfrutado en nuestra ciudad… Ojalá más gente tomara nota de que en Alcalá vienen artistas que hacen maravillas como esta de aquí:



En fin, que fue un rotundo éxito y una fiesta del Rock, ni más ni menos. 

Después de que se tocaran todos los temas que tenían plasmados en su setlist aproveché para echarle rápidamente una foto ya que me viene muy bien para refrescar la memoria a la hora de hacer estas crónicas... Y bien que hice, porque si me llego a descuidar unos segundos más con mi tercio me quedo sin la fotografía, ya que el baterista de la banda cogió delicadamente el listado del suelo donde estaba y tras mirarme raro se lo entregó raudo y veloz a una joven damisela -no saben ná los campeones...- 

Para los señores interesados, ahí va el recital que nos prepararon los mocetones de Melbourne:




Yo ya soy de Electric Mary... 


¿Y tú?

lunes, 26 de noviembre de 2012

Esas canciones que emocionan, estremecen y... "Stranger In Paradise" de Tony Bennett:

Hace una semana, preparando un nuevo programa de radio -ya os comentaré más cosas sobre este nuevo proyecto que tenemos entre manos- resulta que me encontré al azar con esta grandiosa canción interpretada por el incombustible Tony Bennett.

Al igual que ocurre con determinados artistas o discos clave, esta canción ha supuesto un punto de inflexión, un cambio en mi perspectiva musical y hasta casi personal me atrevería a decir. 

Fue escucharla una vez de primeras y luego no parar de hacerlo en forma de bucle, tantas veces, que incluso perdí la cuenta. Ahora aprecio un poco más la belleza, la clase, la elegancia...
Me vendrá bien:

 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Una Joyita: Van Morrison - 'T.B. Sheets'.

Para conocer esa etapa musical intermedia de Van Morrison que va desde el lanzamiento de su primer disco en solitario en 1967, 'Blowin’ Your Mind!', a su definitiva consagración ya iniciada la década de los 70 como una de las voces más expresivas y únicas del Rock, no hay nada mejor que pararse un rato y escuchar tranquilamente el álbum 'T.B. Sheets'.


Como ya se habrán dado cuenta los seguidores de Van Morrison, 'T.B. Sheets' resulta también ser el título original de una canción que apareció en ese disco debut de Van y que tiene una historia  bastante curiosa: según cuenta la leyenda, este tema fue escrito por el de Belfast en memoria de una chica que vivía con él -una novieta o algo similar suponemos- que enfermó de tuberculosis y a la que, tristemente, vio morir postrada en la cama... Tras el dramático suceso compuso esta canción, se metió en un estudio a grabarla y mientras estaba cantándola se dice que hubo que parar la sesión porque rompió a llorar…

Lo cierto es que es una historia que no sé si creerme, pero el mundo del Rock ya se sabe que está plagado de invenciones y demás leyendas. Así que volvamos a la música.


Producido por Bert Berns (pieza clave en el éxito de Them y del joven Van Morrison debido a que fue además el compositor de clásicos de la banda como “Here Comes The Night” o “Gloria”) y publicado por Columbia en 1973, este disco contiene interesante y jugoso material sonoro perteneciente al período en el que Van Morrison grababa a finales de los 60 para las discográficas Bang Records y Epic: versiones originales, primeras tomas inéditas y alguna que otra canción difícil de localizar en otros trabajos…

En su momento, 'T.B. Sheets' fue un trabajo que no contó con la aprobación y el consentimiento del artista debido a cuestiones legales. Pero una cosa no quita la otra y… es que esta colección (reeditada y remasterizada nuevamente en los 90) tiene un sonido único, especial, cuajado de grandes piezas… Como "Beside You", "Madame George", "Ro Ro Rosey" , "Brown Eyed Girl" o ésta con la que nos despedimos por hoy, la deliciosa y cautivadora “It´s All Right”:

lunes, 19 de noviembre de 2012

Una Joyita: Jackson Browne - 'Running On Empty'.

Como acertadamente nos recuerda el sabio refranero popular español, no hay mal que por bien no venga... Porque el hecho de prepararme un guión con unas pequeñas notas sobre Jackson Browne y su disco 'Running On Empty' para unas cosas de la radio me han dado pie, finalmente, para poder hablar de un álbum al que llevaba bastante tiempo buscando un lugar y momento perfecto para aparecer en este Blog.


Para empezar así sin cloroformo, diré que Jackson Browne es un reconocido y prestigioso artista estadounidense vinculado a la costa oeste, a California, aunque a los amantes de la Historia -y más aún Prehistoria- les gustará saber que por cuestiones familiares y militares de su padre le tocó nacer en la localidad alemana de Heidelberg.

Ya bien entrados los años 70, Jackson Browne empezó a adquirir el reconocimiento que se merecía por parte del gran público como miembro activo de ese selecto y elegante círculo de grandes del sonido americano que siempre asocio no sé por qué a musicazos de la talla de James Taylor y Carole King, aunque sus inicios en este mundillo tuvieran lugar unos cuantos años atrás como letrista a sueldo de figuras como Joan Baez -que injustamente para muchos pasará al recuerdo como 'la novieta de'-, la bella Linda Rondstadt o los mismísimos Eagles -no olvidemos que el primer gran éxito que tuvo la banda, "Take It Easy", corría a cargo de la dupla JB/Glenn Frey-... Me da que algo de talento tenía el amigo.

 

Pues bien, 'Running On Empty' es uno de los discos en directo más audaces y novedosos que han tenido la oportunidad de disfrutar mis orejitas... Y creo que puedo explicarme y desarrollar esa sensación que me dio su escucha a través dos puntos:

El primero, es que 'Running On Empty' no es el típico álbum repleto de clásicos y grandes éxitos que sacan de vez en cuando los artistas consagrados a modo de regalo para sus fans, pero que en realidad a la hora de la verdad acaban aportando poco o nada a sus carrera discografías -aunque sí a sus bolsillos-, no. En este LP, que por aquél entonces era su quinto trabajo, todas las canciones fueron tocadas por primera vez ante el público que asistía a lo largo de la gira que JB estaba dando con su banda en el verano del 77. Eran canciones desconocidas para los espectadores, no habían aparecido en trabajos previos del compositor, no formaban parte de su repertorio... Una idea muy arriesgada que creo que poca gente se podría realizar hoy día ya sea por falta de talento, de valentía o por presiones-negaciones con la compañía discográfica de turno ¿Que no? Hay que tenerlos muy grandes, tener mucha confianza en lo que uno hace...

 

El segundo, ya para rematar la faena, es que resulta que Jackson Browne debió pensar que grabar estas canciones como se ha hecho toda la vida -es decir, sobre el escenario- era algo un pelín vulgar, por ello decidió que muchos de estos temas fueran registrados para la posteridad en lugares tan poco habituales como en las distintas habitaciones de hotel donde se alojaban para descansar entre las actuaciones -así ocurrió con "The Road" y "Shaky Town" por poner un par de ejemplos-, en los camerinos -caso de "Rosie"- o incluso dentro del autocar que iba llevando a toda la tropa de ciudad en ciudad... De hecho, si se presta un poco de atención, en "Nothing But Time" se puede escuchar de fondo y muy sutilmente, el ronco motor de un Continental Silver Eagle.

Si más arriba decía lo de tropa, que no se me enfade el personal porque no lo decía con maldad ninguna ya que si hay algo de lo que no cabe la más mínima duda es que JB se rodeó de grandes amigos como el guitarrista Danny Kortchmar -socorrido músico de sesión por el que tengo gran aprecio y al que dediqué una entrada hace bastante tiempo-, al barbudo Lee Sklar -otro que tal baila y que no ha grabado con nadie- o como al peculiar David Lindley, que entre otras cosas estuvo sublime en su aportación vocal en la recreación de "Stay", un clásico del grupo Doo-Wop Maurice Williams and the Zodiacs.

 

Por todo esto y por mucho más que seguro se me escapa, 'Running On Empty' es un álbum que hay que escuchar por lo menos por lo menos, una vez en la vida.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Pet Sounds - Reflexiones interesantes...


'Pet Sounds' es un disco clave en mi vida, y parece ser que al director de cine estadounidense Cameron Crowe le impactó de igual manera. De este soberbio álbum recuerda y dice que "tenía 13 años y quería comprarme un disco de los Jackson 5. El melómano de la tienda de discos se negó y me aconsejó que me llevara 'Pet Sounds'. Ansioso por conseguir la aprobación de un tío tan moderno, lo compré. Sonaba raro, introvertido, no demasiadamente melódico. ¿Y qué me decís de esa portada? Unos tipos vestidos de contables dando de comer a unos animales en el zoo. Decidí que el disco era una mierda y lo olvidé en lo más profundo de un cajón. Un año más tarde, Linda Alvarado (no es su nombre real) me rompió el corazón. Supongo que fue cosa del destino que le diera otra oportunidad a 'Pet Sounds'. De pronto me di cuenta que aquellos tíos raros del zoo sabían lo que hacían, la música sonaba como yo me sentía... Cuando encuentras canciones con las que te identificas tanto que piensas que alguien ha leído tu diario es normal buscar en los títulos de crédito el nombre de los autores... Y eso me llevó al universo del genial Brian Wilson. El álbum fue despreciado en su momento por los seguidores de la banda y por la discográfica. Para mi, 'Pet Sounds' es un tesoro, una obra maestra. La historia de un inadaptado y un disco que te agarra por las solapas y te dice: 'así es como se siente uno cuando está vivo'".

A veces se encuentran cosas bonitas que leer en la RS.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

The Swingin´ Neckbreakers: Salvaje salvaje fue la noche...


¿Sabéis esa sensación que suele embargar a uno cuando parece estar a pocos minutos de presenciar algo grande? Pues así estuve a lo largo de la semana cuando tanto de uno como de otro lado no paraba de recibir referencias positivas sobre The Swingin´ Neckbreakers.


Todas estas expectativas lo único que hacían era acrecentar las ganas que tenía de ver en directo a este trío procedente de Trenton -Nueva Jersey-. Decir lo contrario sería faltar a la verdad. Más aún cuando en foros se decía y leía que lo estaban bordando en su gira por España, cuando personas que ya los conocían de antes me los recomendaban con ahínco y animaban a pasarme para verlos, y luego ya cuando al escucharlos supe que difícilmente me iban a defraudar.

Para tener más puntos a favor, resulta que de unos años para acá, la palabra 'swing' ha estado muy presente en mi vida -ese espacio radiofónico dedicado a la Psicodelia llamado Swingin´ RUAH que ya acabó y cómo no, Los Sultanes Del Swing siempre dando guerra- y eso hace que le tenga un cariño especial. Así que cuando vi ese término formando parte del nombre de la banda, me dio buena señal. No me confundáis. No es que sea muy de creer en esas chorradas de las corazonadas o intuiciones, peeero...

Redondeando aún más la jugada estuve informándome sobre ellos, viendo algunos conciertos en directo, fotografías, datos,... Y es que fue ver esos colores y diseños añejos tan propios de sus portadas e imaginarme al momento cómo se les podría haber traducido y rotulado a The Swingin´ Neckbreakers en el mercado discográfico español allá por los años 60 y 70: ¡Los Rompecuellos Del Swing!

Y no es un nombre que quede mal, porque lo que no se puede negar es que el peculiar, macarrónico e imaginario título de Los Rompecuellos Del Swing no describa o refleje a la perfección las características musicales de este conjunto formado por Jeff Jefferson a la guitarra y apoyo vocal, John Jorgensen a la batería y apoyo vocal, y por su hermano Tom al bajo eléctrico y voz solista.


La banda era puntual y tenía ganas de tocar -ellos ya estaban listos pero se atrasó un poco más la hora de inicio para que todo el público que iba a venir llegara a tiempo y no se los perdiera-, los tipos de The Swingin´ Neckbreakers se subieron al escenario de la Sala EgoLive para darnos un buen repaso musical a base de Rock And Roll de alta escuela y Garage primigenio, sin negar esa presencia de sabiduría Pop a la hora de construir melodías y estribillos inmediatos. Lo del Punk que he leído en otros sitios no lo capto de una forma tan clara en esta banda como sí lo aprecio en otras formaciones. Sus composiciones transmiten esa energía y rabia tan propia de la juventud, pero no tienen esas otras características del Punk como el ruidismo, la concepción crítica y pesimista, su filosofía… Bueno, supongo que es cuestión de sensibilidades.


Al contrario que pasa con otras bandas, The Swingin´Neckbreakers se dejaron de las típicas zalamerías y  subterfugios -que entretienen y que están muy bien- para ganarse el afecto del público del tipo intentar chapurrear en español o levantar las birras cada dos por tres… Nada de nada. Estos bigardos llegaron, se subieron al escenario y rompieron la noche, literalmente.


Su repertorio tiró de clásicos básicos de la banda. Como viene siendo costumbre en las últimas bandas que vienen por aquí, hay que decir que su discografía es un tanto entrecortada y no muy extensa que digamos, así que no faltaron todas esas canciones que aparecen en sus 5 discos con Telstar Records: ‘Live For Buzz’ -1993-, ‘Shake Break!’ -1995-, ‘Kick Your Ass’ -1997-, ‘The Return Of Rock’ -2000- y finalmente su último trabajo hasta la fecha ‘Pop Of The Tops!’ -2009-.

 

Como iba diciendo antes, este trío rompió la noche con un sonido que tiene que gustar a todo el mundo. Un ejercicio de buen gusto consistente en la mezcla increíble de Rock And Roll clásico a lo Little Richards, Jerry Lee Lewis e incluso un poco a lo John Fogerty… Si no me creéis, haced el favor de escuchar la canción “Wild Wild” que hay arriba. Es espectacular la manera que tiene Tom Jorgensen de tocar ese precioso y antiguo bajo sin púa, con los dedos -como se ha hecho toda la vida de Dios-, de cantar-aullar-gritar como nadie y de afrontar el peso de espectáculo con sus poses chulescas ‘sacabíceps’ y rocanrroleras a más no poder. Se nota que de pequeños se han criado escuchando sonido americano de pata negra. Si escucháis a estos herederos directos de la vieja escuela y cerráis los ojos durante un momento, podréis ver a jovenzuelas animadoras rubias mascando bubblegum siendo paseadas por el guaperas del quarterback estrella del equipo del instituto en un amplio y descapotable Chevrolet Bel-Air color rojo cereza mientras el resto de losers observa como se las lleva al mirador que hay en lo alto de la ciudad... ¡Imaginación y música al poder!

 

El lado del Garage que tienen sus composiciones tienen sobre todo mucha conexión con los sonidos primitivos y originales procedentes de bandas en gran parte británicas como los nunca suficientemente alabados The Kinks y los para muchos desconocidos The Troggs. Aunque también noté cierta conexión con la escuela americana, como por ejemplo esa referencia imprescindible como son The Sonics o con el debut de los Love de Arthur Lee -un primer álbum que entre unas cosas y otras hace un año que no escuchaba y que gracias a pillarme el álbum ‘Kiss Your Ass’ y escuchar su versión del “Can´t Explain”  he vuelto a retomar y disfrutar como se merece-, con ese ritmo de John Jorgensen que podía ir desde lo primario y simple hasta otras canciones más complejas, llenando toda la sala con su batería… Es de los percusionistas más completos y vigorosos que he tenido el placer de ver en los últimos tiempos: no se le escapó ninguna baqueta, no tuvo fallos, sonaba a las baterías de antes -a cuero, no a plástico- y su nivel de pegada no decayó a medida que se iba acabando la noche. Es más, creo que si el repertorio que tenían preparado con sus bises y todo no se hubiera agotado, podrían haber seguido tocando hasta el infinito y más allá.



En cuanto a lo del Punk, ya lo he comentado antes, por lo que no es cuestión de repetirse…


Y no, no me olvidaba del amigo Jeff Jefferson. A lo largo de la noche, el trabajo con su Gibson estuvo a la misma altura que la de los hermanos. Murallas de acordes clavados, solos con regusto a clásico y paseos entre el público que mi nula pericia con la cámara de fotos evitó que pudiera retratar esos momentos de manera digna. Para que os hagáis una idea de mi torpeza gráfica, esto es lo más decente que me salió:


Llegado el momento de los bises no hubo ni un segundo de descanso. No se llegaron a bajar del todo del escenario. Y es que iban como un cañón, como un obús… Imparables. Se colgaron sus instrumentos de nuevo y nos acabaron de ganar para siempre. Más aún cuando a Jeff le dio por bajarse del escenario y permitir que las últimas notas que iban a sonar esa noche de su guitarra fueran tocadas por los mismos asistentes… ¿Es o no un detallazo?

A continuación, el setlist que una amable señorita me dejó fotografiar muy educadamente:


Después hicimos unas fotos gracias a la pedazo cámara de Laura, amiga y compañera de No Es Nuestra Primera Vez, y nos pillamos un disco. Nos lo firmaron los tres artistas con mucha simpatía y atención -incluso estuvieron buscándonos un rotulador porque no llevábamos encima-, con la curiosa anécdota de que a Jeff al parecer no le mola nada la fotografía interior de la carpeta del álbum ‘Kick Your Ass’ en la que posan los miembros de la banda porque dice que en ella sale con una cara un poco rara, como de tolai -Todos los que la tengan pueden dar fe de ello-. Una imagen que mire usted por dónde todo el mundo suele pedir, sin ningún atisbo de misericordia, que firme… Así que entre bromas y con cara de resignación se puso a firmar en todo su gepeto para tapar las huellas del delito. Un gran tipo del que nos despedimos para marcharnos a casa a madurar y reflexionar sobre la gran noche vivida.

En fin, que tuvimos el placer de presenciar uno de los mejores conciertos que ha tenido lugar en nuestra ciudad en lo que va de año... ¡Y que esto siga muchachos!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Psicosis Aparente o el arte de escribir:

Todas las personas que me conocen saben que a la hora de expresar mis sentimientos y demás cosas propias de la casquería (sesitos y entresijos) resulto ser una persona un pelín torpe, tanto a la hora de hablar como a la de escribir. Por eso, cuando entro habitualmente en el Blog Psicosis Aparente, suelo apreciar y maravillarme del don que tiene el amigo y compañero Linkshänder. Una muestra de su talento -directo, incisivo y poco petulante- es este escrito, "Soy Superficial":

Soy superficial.
Me dan igual tus opiniones,
si eres de izquierdas o de derechas,
de tinte británico o alemán,
tu dinero o tus deudas.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
Me importa un bledo tu familia,
si tienes un hermano retrasado
o si tu abuelo vivió la Guerra Civil.
Me es irrelevante donde vivas,
qué música te guste,
qué estás estudiando
y no me interesa tu futuro.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
Me la suda que me quieras o no,
porque tus decisiones, tus peticiones,
todo lo que me cuentas, tu vida...
me deja frío, te lo puedes ahorrar,
porque no quiero escucharte.
Tenerte ahí es suficiente.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
No voy a preocuparte de que tengas
un fantástico y eterno orgasmo.
Si disfrutas o no, no quiero saberlo,
sólo quiero tu carne,
lo único bonito que tienes,
lo único en lo que no tienes defectos,
lo único de ti que vale la pena.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
Es posible que no me hables,
que no quieras saber de mí,
porque sea pesado, aburrido,
poco agraciado, borde,
imbécil, hay quien me dice misógino.
Es posible y me da igual,
porque con imaginarte tengo
entretenimiento de sobra,
imaginarte puro objeto sin conciencia.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
No me haces reír,
contigo sería insoportable vivir.
Si algún día mueres
tampoco creo que lo lamente.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

Soy superficial.
Que sean otros los que te amen
por lo que eres en tu totalidad.
Que otros te hagan feliz,
que otros te pidan perdón y permiso,
que otros te concedan libertad,
que a otros les importen tus deseos,
porque a mí me da igual.
Sólo con ver tu cuerpo te quiero.

jueves, 8 de noviembre de 2012

martes, 6 de noviembre de 2012

Devil Dogs o de cómo los bichos malos nunca mueren:

Este domingo pasado servidor tuvo la oportunidad de tener otra cita con la música en directo, en nuestra ciudad, de la mano de la Sala EgoLive y de unos monstruos -no hay más que ver sus fotos- que curtidos en mil batallas dentro de la escena del Punk-Rock neoyorquino se hacen llamar Devil Dogs!


Para inaugurar la noche, ahí estaban los Rojo Omega, unos madrileños que se encargaron de demostrar que la chulería, el macarrismo -ojo, siempre en el buen sentido de la palabra- y el desparpajo son requisitos indispensables si se quiere hacer algo interesante en esto del mundillo del Rock And Roll.

En los minutos que tuvieron por delante decidieron meternos a capón una serie de canciones que nos llevó al pasado, a esos años en los que grupazos auténticos como los Burning eran una referencia obligatoria dentro del Rock nacional más castizo,  en los que palabras como 'nena'  o  'beibe' estaban a la orden del día y no te hacían parecer un moñas...


Luego llegó el turno a los jefes, a los Devil Dogs. Una banda con bastante historia -o poca, según se mire y se busque por Internet- que empezó a dar guitarrazos a finales de los 80 para ir configurando una bio y discografía bastante difícil de encuadrar, localizar y conocer debido a lo desperdigado de su producción y a ese parón de casi 20 años que se tomaron allá en el 95.


Anoche el trío se reunía en Alcalá para cerrar su gira por España, la "2012 Back From Hell Tour" según rezaban las feúchas pero a la vez entrañables camisetas -me pillé una, como Dios manda- que se tenían puestas a la venta en el tenderete junto al escenario.


Abrieron con los primeros compases del "Jailhouse Rock" y desde ahí hasta el infinito y más allá. Dignos defensores de todo lo que viene a ser el Punk-Rock y el Garage, no se preocuparon lo más mínimo en impactar con poses, modas actuales o demás menudencias glamourosas y pasajeras. Así que se plantaron sobre el escenario con sus camisetas interiores, sus chaquetas de bolos y unos zapatos imposibles que no sabía cómo se llamaban y que al buscar por ahí he averiguado que se llaman 'creepers'... Nunca te acostarás sin saber nada nuevo.

Feos como ellos solos, ¡pero rockeaban!


Al igual que ocurrió con The Zeros -recuerdo la frase que lanzaron en su rueda de prensa: "sabemos lo que quiere el público ¿Para qué joder la fórmula?", los Devil Dogs también tenían muy claro para qué habían venido a España y lo que esperaba la gente de ellos: clásico tras clásico tras clásico.

Echando un repaso al listado de canciones que prepararon para la noche del domingo, se puede ver que tocaron todos y cada uno de sus discos grandes. Desde su primer trabajo en 1989 titulado simplemente con el nombre de la banda, hasta el más afilado y punkarra 'Saturday Night Fever' de 1993, pasando por el 'We Three Kings' publicado un año antes y que contenía en su edición original joyas como este "Baby I´m A King":

 

Sonaron acelerados, potentes y el sudor corría por todos lados. Da igual que ya no fueran los chavalotes de antaño y que como a todos, los años se les vinieran encima. Se notaba que parte del público asistente que estaba más pegado al escenario era seguidor de Devil Dogs. Hacían peticiones de canciones que más tarde o más temprano iban a caer, excepto la de "I Put A Spell On You" que hizo un chico a Steve Baise y a Mike Mariconda -estupendo a la guitarra- con su móvil. También se pidió "Action", que no recuerdo si acabó cayendo... ¡No tenemos la cabeza fina señores!
Hay que señalar que pese a que el número de asistentes no fuera el deseado, sí quiero decir que los que estaban en las primeras filas, dándolo todo sin parar de bailar ni un minuto, fueron los que animaron el cotarro, los amos de la noche y los que mejor se lo pasaron din lugar a dudas. Por todo ello, porque esa forma de vivir la música es de verdad encomiable, desde aquí va mi agradecimiento. 

La velocidad espídica de estos veteranos era innegable pero, personalmente, he de decir que me quedé con un par de canciones que destacaban del resto por una cosa: eran las lentas. "Laugh At Me" y "Can´t Say No", que con esa forma de sujetar la baqueta izquierda tan de baterista de Jazz que tiene Mighty Joe Vincent sonaban como con más aplomo aún, con más empaque, de una forma profundísima.


Rápidamente, casi sin darnos cuenta ya que las canciones iban en plan metralleta sin parones excesivos de por medio -salvo cuando tenían que secarse y había que darle unos tientos a las cerves, que eso se le perdona a todo el mundo- resulta que llegamos al final de la velada. Otro gran recuerdo que nos llevamos y otro grupo que deberíais anotar si nos estáis leyendo y os gustan los grupos genuinos...

 

 Ahí os dejamos con el setlist que nos tenían guardado los Devil Dogs. Redondo y contundente:

- Stuck In 3rd Gear.
- Go On Girl.
- Don´t Do It.
- Dance With You.
- Hosebag.
- Baby I´m A King.
- Once The Block.
- Strip Search.
- Can´t Say No.
- Make You Mine.
- I Don´t Believe You.
- Ball Me Out.
- Laugh At Me.
- Pussywhipped.
- 6 Ave Local.
- HIgher The Heel.
- Chinatown.
- I Can´t Get Enough.

 ¡Aquí Punk y después Gloria!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Youthless - Quien no arriesga no gana.

Pues así se podría titular la singular/peculiar/especial/diferente actuación que Youthless, un dúo formado por Alex Klimovitsky -batería, teclados y voz- y por Sebastiano "Sab" Ferranti -bajo eléctrico y voz-, que está afincado en la ciudad de Lisboa y que se mueve con plena libertad entre las megalópolis de Londres y Nueva York. 


Con este cosmopolitismo con el que hemos empezado la crónica, lo más normal es intuir que la propuesta musical que Alex y "Sab" nos ofreciera en la pasada noche del viernes iba a ser arriesgadísima y compleja en comparación con todo lo que hemos podido ver hasta el momento en la Sala EgoLive. Porque nadie -bueno, mejor dicho yo- esperaba encontrarse con una actuación y un planteamiento estilistico tan próximo a la obra del neoyorquino James Murphy con sus LCD Soundsystem y con toda la escudería DFA Records. 

Y es que eso es lo que tuvimos delante: Indie, Rock, Electrónica, Garage, Experimental, Noise, Lo-Fi, Punk, Pop, Dance, Vanguardia, Dub... ¿Mejor paro no? 

Con una carrera que se remonta al año 2.009 y a la espera de lanzar a la calle su primer disco grande, nuestro dúo dinámico se dispuso rápidamente a repartir a diestro y siniestro canciones de las numerosas referencias en forma de EP´s, demos, sencillos y remezclas que nuestros protagonistas han realizado hasta la fecha. 

De 'Telemachy', su primer EP publicado en la discográfica portuguesa Optimus, es de donde tiraron más a la hora de construir su repertorio para la noche, ya que sonaron canciones como "The Beasts", "In Motion", "Travel N' Pieces" o esta pedazo de versión de los ya por sí insuperables Talking Heads que resultó ser una de las canciones más apreciadas y reconocidas por parte del público asistente... "This Must Be The Place":

 

La conexión y comunicación entre bajo y batería era excelente, ahí se notaban los años tocando juntos en garajes, sótanos, sitios inimaginables -como por ejemplo una bañera- y demás fiestas y saraos. 


Si de algo no pecaba la pareja era de solidez y contundencia -de ello dan fe unas cuantas baquetas que acabaron tronchadas-, pero lo cierto es que en conjunto daba la sensación de que se echaba de menos algo que empastara aún más las composiciones que Youthless estaba desarrollando sobre el escenario.
Sebastiano tocaba el bajo de una manera increíble, con una serie de trucos y efectos que hacía que lo que tenía entre las manos pareciera más una guitarra eléctrica que una Fender Precision Bass, pero era todo demasiado percusivo... Faltaba algo. 
Algo que Alex nos indicó en más de una ocasión, cuando entre canción y canción hacía gestos como queriendo decir que con un teclado de por medio todo sonaría mucho más redondo... Pero no pudo ser. Desconozco la razón, pero no hubo teclados y en determinados momentos su ausencia era notable.


Pese a este inconveniente, lo que está claro es que había ganas de fiesta y jarana. Pidieron que alguien entre el público se subiera para cantar con ellos en una especie de karaoke de lujo. La gente no se animaba, hasta que Alfonso Sirera saltó al escenario para hacer un tributo a Sonic Youth via Youthles, dando como resultado una nueva superbanda: Sonic Youthless… Tonterías mías aparte, fue este un momento de hibridación entre público y artistas que difícilmente se puede ver debido a las barreras que a veces nos ponemos unos y otros.

 

"Monsta" es la canción que en teoría iba a cerrar la noche. Hubo un intermedio largo y salimos a tomar el fresco. Alex y Sebastiano charlaron con algunos asistentes, firmaron unos discos, se hicieron unas fotos y se tomaron otras mirindas.

Seguidamente, animados tal vez por el dios Baco y con los músculos de nuevo calientes, decidieron volver a la carga con unos bises de auténtica flipada: entre ecos y canciones hubo tiempo para contar anécdotas de sus viajes por la España más folclórica, para profundas reflexiones sobre la situación económica mundial y la bondad del ser humano, sobre Obama, sobre el aserejé, para regalar unos CD´s suyos, para tocar “Golden Age” si mal no recuerdo, para perpetrar otra gran versión -en este caso el "Snowblind" de los poderosos Black Sabbath- y para finalmente iniciar una especie de locurón de jam en la que Alex y Sebastiano se intercambiaron los instrumentos y que no pudimos contemplar hasta su fin porque nos teníamos que retirar a nuestros aposentos ya que al día siguiente había que madrugar…



He aquí el setlist que prepararon los máquinas de Youthless (sin los bises anotados):


En fin, una marcianada disco-rockera y bailonga que en tiempos pretéritos sólo podría haber tenido lugar en Madrid y que afortunadamente ya podemos presenciar en nuestra ciudad… ¡Maravillosa noticia!