jueves, 28 de marzo de 2013

The Biters en Alcalá de Henares / EgoLive / 24-3-2013:

Cuando le das al play para escuchar por vez primera una banda desconocida y a los oídos te llegan recuerdos de grandes e históricas figuras como Marc Bolan y Phil Lynnot pasan dos cosas contrapuestas: lo primero es que piensas "lo de siempre"; y lo segundo es "bueno, por lo menos, por lo menos, los que están sonando demuestran tener un gusto musical exquisito"...

Pues eso más o menos es lo que me ocurrió con The Biters -o simplemente Biters-, una joven banda procedente de Atlanta que venía a Alcalá de Henares para iniciar su gira europea del 2013 y presentar el que es su último trabajo hasta la fecha, ‘All Chewed Up’ -Underrated Recordings, 2011-, un EP muy rico e interesante en cuanto a influencias sonoras pero que para simplificar todo un poco diremos que al final todo converge o acaba desembocando en eso que se llama Rock and Roll.


Tras comerme un gofre de chocolate -lo siento, pero tenía que decirlo- entré en la EgoLive y tras saludar a la gente de la sala esperé en mi columnita a que empezara el show… No sé si es porque llevaba una semana sin acudir a un concierto o porque me pilló en un momento de sensibilidad plena, pero lo cierto es que todo me sonaba mejor, más fuerte, más pleno... Pero vamos a lo que hemos venido, a hablar de The Biters.


Como un cuarteto cualquiera de los que abundan por ahí, los chavalotes de The Biters saben destacar y despuntar del resto curiosamente por lo contrario de lo que suelen hacer los modernos: por no innovar en nada. Hacen Rock and Roll. Simple y llanamente. Podríamos discutir sobre su marcada inspiración Glam, sobre esos pequeños toques Punk, esa estética ochentera que de primeras hizo que pensara equivocadamente que iban en plan Bon Jovi cuando mozuelos pero con un poquito más de tinta en la piel o sobre sus afilados estribillos casi Pop que enganchan como el garfio del malo de 'Sé Lo Que Hicisteis El Último Verano'… Aunque creo sinceramente que es mejor escuchar y ver ya mismo una pequeña muestra de lo que son capaces de hacer estos chicos en directo:



La canción de arriba se titula "Oh Yeah (The Bitch Wants More)", es con la que abrieron el concierto y es un claro ejemplo de la fuerza que The Biters mostró sobre el escenario a lo largo de toda la noche, sin ningún momento de bajón o irregularidad... Todas las canciones sonaron compactas, bien amalgamadas, ensayadas, tocadas en pequeñas tandas que propiciaron que la experiencia del concierto fuera muy fluida y dinámica... Energía pura.


Hubo tiempo para todo: para tocar pepinazos a lo Thin Lizzy como ocurrió con la canción que tocaron inmediatamente después, ”Breaking Your Heart Again”, para rendir tributo a Tom Petty, para ejecutar partes instrumentales con una contundencia que contrastaba enormemente con piezas más atemperadas -que no suavonas- como es esta “Melody For Lovers”… Hubo tiempo para todo.



El señorito Tuk a la voz principal y guitarra fue el único de la banda que se encargó de entablar charleta con el público, en inglés, con poquitas bromas, todo muy directo, canción tras canción… Yo lo prefiero así, porque hay veces en las que uno tiene la sensación de estar más en una conferencia que en un concierto. No sé cómo lo verán ustedes.


El resto de la banda -Matt, Travis y Joey- estuvieron muy bien plantados sobre el escenario, con las cosas bien claritas. Tras finalizar, pasaron fugazmente por los camerinos y retornaron al escenario para brindarnos un par de joyas de ese Rock fiestero que sirve para mover el cucu: el “He´s a Whore” de Cheap Trick y el “Strutter” de los Kiss… ¿Se podía pedir más?


Por pedir que no sea, pero ya saben el dicho: contra el vicio de pedir...

¡¡¡The Biters!!!

jueves, 21 de marzo de 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013

Queen... ¿Por qué decir esas cosas?


Escuchando y leyendo los libretos de los dos primeros discos de Queen -sí, al final los vi en una tienda y me los compré para ver qué tal sonaban estos chicos- veo que en los créditos del primer álbum las siguientes declaraciones: "and nobody played synthesizer..." Añadiendo en el segundo, para rematar la jugada, la puntilla de "...again..."  ¡Será posible! ¡Pues empezamos bien amigos, con lo que molan los sintentizadores! Si Queen no me hacia mucha gracia así a grandes rasgos, con palabras como estas pues como que no me ayudan a cambiar de idea.... La verdad es que no sé por qué razón pusieron esa frase lapidaria en plan ‘sintetizadores caca’ si luego más tarde los emplearon abundantemente en discos posteriores… Pero bueno, no se lo tendré en cuenta ya que estos dos primeros me van molando. Y ya de paso pongo este tema, "Son And Daughter" que es de cuando rockeaban de verdad y no daban dentera de lo melodramáticos y pomposos que se ponían: 

martes, 5 de marzo de 2013

Miedito:

Este lunes pasado, en el programa Los Sultanes Del Swing que hicimos en la RUAH dedicado a la segunda etapa musical de Michael Jackson, me atreví a decir en directo que pondría en FB los videoclips que me daban miedo cuando era niño a cuento de que en el programa sonó entre otras canciones de Jacko ese temazo que es "Thriller", cuyo videoclip da la casualidad que mi padre tenía grabado en una cinta de VHS junto a otros vídeos de gran calidad musical pero espeluznante  y 'pesadillesca' estética... Cinta que me solían poner en el salón de casa habitualmente ya que mis padres son bastante aficionados a la música y que por un lado agradezco porque me formó un criterio musical decente y por otro como que rechazo un poco porque a decir verdad algunos de esos vídeos me siguen dando muchísimo pero muchísimo repelús. Ahí van, para que ustedes comprueben y opinen:



Que conste que soy más de los Genesis de los 80 -los poperos y comerciales- que los de los 70 -progresivos e intelectualoides- pero qué queréis que os diga... Estas marionetas, guiñoles o lo que sean son asquerosamente feos. Punto. Eso sí, "Land Of Confusion" es uno de esos temas que hacen que uno vea que la década de los 80 mereció la pena en cuanto al tema musical.

 

Esta más que miedo lo que me daba era un poco de desazón, de angustia, pero ya me molaba bastante el rollete que llevaba esta gente. "Lullaby" de The Cure: Otro temazo.

 

La palabra 'RECHAZO' se me queda corta para definir en una palabra lo que siento cuando veo este videoclip. Sólo una vez he podido verlo entero y es que me puede... Tiene todo lo malo de los 80 en cuanto a lo estético, un gusto artístico muy dudoso y unas imágenes que dañaban y dañan mi sensibilidad, como aquellas en las que unos pollos desplumados bailotean gracias al stop motion o ese rostro conformado con verduras que tantísimo me recuerda a la obra de Arcimboldo -que me da una grima que no os podéis ni imaginar, todavía recuerdo mi visita a Viena, al Kunthistorisches Museum y encontrarme de sopetón dentro de una opresiva sala repleta de obras del pavo este... ¡Qué mal rollo! En fin, que no, que no y mil veces no.

 

Y finalmente, el responsable de toda esta movida: el "Thiller" de MJ. Aquí no hay asco o rechazo... Es simplemente el miedo de un niño ante lo que es una película de zombies concentreada en un videoclip bastante largo, pero videoclip al fin y al cabo. Junto al de The Cure, es el único de los que he puesto que a día de hoy puedo ver entero sin ponerme malito. Eso sí, escuchar lo puedo hacer siempre.

Pues eso es todo... Ya me conocéis un poco más.

¡Hasta la próxima!

sábado, 2 de marzo de 2013

Stompin´ Boots and Blues Festival en Alcalá de Henares:

Aunque mucha gente no lo sepa, puedo arriesgarme a decir que el pasado miércoles 27 fue un día grande. Un día en el que la ciudad de Alcalá de Henares creció un poquito más en el ámbito cultural, aunque mucha gente no lo supiera... Y es que tuvo lugar un acontecimiento especial: el 'Stompin´ Boots And Blues Festival'.




¿Que qué es esto del estompinbutsanloquesea? Se preguntarán muchos… Pues eso precisamente, un festival. Aunque no uno convencional o al uso, no. El 'Stompin´ Boots And Blues Festival' es un festival colectivo e itinerante que en esta su primera edición está teniendo como misión y objetivo prioritario el rescatar y traer de nuevo a nuestros oídos los sonidos más interesantes del Rock, Garage, Folk, Country y de los sonidos americanos en general tanto en su vena más acústica y natural como en la más eléctrica y descarnada.

Como ambulante y trotamundos que es, el 'SB&BF' se ha paseado ya a lo largo del pasado mes de febrero por salas como la Wurlitzer de Madrid o el Centro Niemeyer de Avilés por poner un par de ejemplos y todavía quedan unas fechas para este de marzo, aunque nosotros vamos a hablar de la noche que pasamos cuando toda la troupe del festival recaló en nuestra ciudad, en la Sala EgoLive.


Una vez más, se dieron varias circunstancias que impidieron en mayor o menor medida que el público asistente fuera el deseado: estamos a final de mes -los bolsillos están vacíos-, la rasca que hacía era considerable -guantes y bufanda a tutiplén-, el fútbol -porque los colchoneros también se merecen una alegría de vez en cuando-, que el concierto cayera entre semana... Pero bueno, como servidor presentía que la noche iba a merecer muy mucho la pena, me fui a pata dando un paseíto hasta la otra punta de la ciudad para disfrutar de lo que nos iba a ofrecer el 'Stompin´ Boots And Blues Festival'.


Los primeros en salir al escenario fueron Macho, una banda barcelonesa que me sorprendió muy gratamente cuando los escuché por primera vez ya que me rompieron los esquemas para bien porque últimamente me he llegado a hacer una idea preconcebida y tópica de que todo lo que sale de la ciudad condal suele ser Popindie facilón y suavón... Mala suposición por mi parte, porque lo que nos mostraron estos tipos sobre las tablas fue todo lo contrario: energía, potencia, vitalidad, descaro, simpatía... Bien entendido, lo que nos mostraron fue un sonido muy macho, vamos.




Hallando flechas, direcciones y paralelismos sonoros, a mis orejas llegaban ecos de Burning, de Ilegales -como bien apuntó Alfonso Sirera-, del primer Loquillo... Es decir, canela en rama. Rock and Roll del de antes, de ese que te agarra de las tripas y te da un meneo bueno gracias a temazos como este que inaugura su primer álbum:




Y ahora un cotilleo: tras acabar los máquinas de Macho de darlo todo frente a unas treinta personas aproximadamente, puse la oreja cual cotilla en una conversación en la que el bajista del grupo le decía a un miembro de la sala -que parecía pedir como disculpas por el poco público- que no pasaba nada, que ellos tocaban con la misma felicidad y ganas ante doscientas personas que ante cinco. Así que lo único que puedo decir a la gente de Macho es lo siguiente: Bravo bravísimo.

Después de esto, Macho recogió sus trastos y se fue a por unos bien merecidos refrigerios mientras se preparaba la siguiente ¿banda?


Lo digo como dudando porque Molly Gene, que salió inmediatamente después, es eso: una señorita que procedente de Warrensburg -Missouri- y bajo el nombre artístico de ‘One Whoaman Band’ se nos presentó solita con su guitarra, su armónica y ese peculiar instrumento que es la batería de pie.




Describir a Molly Gene no es tarea fácil, así que voy a decir lo primero que se me vino a la cabeza y me quito de darle vueltas al asunto: Molly Gene es como la Muchachita Bombo Infierno del Medio-Oeste, como la sobrina rebelde y punky de Johnny Winter, como… Bueno, creo que con estas definiciones un poco gráficas queda bastante claro a lo que suena esta chica de menuda figura y curtida voz. No se me puede olvidar decir que durante su actuación lo dio absolutamente todo. No se estuvo quieta pateando el cacharro que tenía entre sus piernas, revolviéndose, retorciéndose y agitándose sobre la banqueta… Agujetas me entraron con sólo verla… Una bestia parda la Molly. Seguro que tras acabar su show se tuvo que tomar un Isostar o un Gatorade, seguro.

Sus canciones tratan de historias sobre broncas en bares de carretera, sobre la dura vida en el campo o sobre algo así me imagino, porque os prometo que con el acento cerrado que nos gasta la compañera no entendí un carajo de lo que nos contaba entre canción y canción, aunque supongo que serían cosas buenas ¿Verdad?

Me dio la sensación que la música que Molly ‘One Whoaman Band’ Gene nos fue tocando es perfecta para ponerla a todo volumen y ver ese programa que echan en el canal Xplora – una aburridísima barbaridad llamada ‘Los Cazadores Del Pantano’-, para ver unos rodeos o para ver cualquier otro evento típico de los USA porque encaja realmente bien. Una música muy disfrutable la de esta artista, como pueden apreciar a continuación:



Y finalmente llegó el turno de los entre neoyorquinos y portugueses The Last Internationale. Que son los cabezas del cartel y los responsables en gran medida de que se montara este festival nómada para acogerlos y moverlos a lo largo de la geografía española…

Al igual que en otras tantas veces, me habían hablado ya maravillas de esta banda liderada por Edgey y por Delila Paz. Y yo, que soy muy bien mandado, me puse a buscar y rebuscar diligentemente cosas sobre ellos para, finalmente, poder dar fe y divulgar que The Last Internationale son maravillosos.


A primera vista y antes de que pusieran sus manos sobre los instrumentos parecían una banda convencional. Edgey a la guitarra y el baterista Fernando Silva se asemejaban con sus chaquetillas ceñidas de cuero a unos primos de The Strokes y ella, Delila, tan mona y arreglada -aunque discreta- estaba como recién salida de una entrevista en los 40 Principales… ¡Pero ay Señor! ¡Qué equivocados y ciegos nos encontrábamos!

Fue empezar a fluir la electricidad y ver como la Gibson Les Paul de Edgey rugía, de verdad que rugía… Ver como la batería de Fernando construía un ritmo Blues-Rock contundente y sólido, desnudo y muy muy muy estilizado… Ver como Delila bordaba todas las facetas en las que intervenía: efectiva a ese bajo Vox ‘teardrop’ tan guapo, a la armónica, a la guitarra acústica y a esa voz tan preciosa y tan genuinamente americana que poco tiene que envidiar a las grandes damas del Blues y del Country… Nombres podía dar unos cuantos, pero creo que es mejor que la escuchéis vosotros mismos:



Si hay algo que me llamó la atención de esta banda, tanto en estudio como en directo, fue la gran amplitud de registros que pueden desplegar dentro de una misma actuación sin que el resultado final fuera como el de un corta-pega electro-acústico, sin que existieran altibajos, sin que pareciera una mezcla artificial… Fue brillante.

Delila y compañía vinieron a Alcalá de Henares para presentarnos su último EP, publicado este mismo año por Manifesta Records y que lleva como título ‘New York, I Do Mind Dying’. Un trabajo en el que la presencia del Blues es muy notable ya que a lo largo de sus cinco temas contamos con la reinterpretación a lo Last Internationale de grandes del género como Howlin´ Wolf, Leadbelly o Elmore James ni más ni menos. Hay que tenerlos bien puesto y saber lo que se hace pero no pasa nada, porque tanto Egdey como Delila van sobrados de lo primero y no juegan al azar.




Como os decía antes, The Last Internationale tiene muchas aristas sonoras, siendo una de ellas es más punzante, más eléctrica y agresiva… Y como no podía cerrar esta crónica sin poner este temón, ahí que va:



Ni qué decir que al finalizar el maravilloso concierto de The Last Internationale me compré aquél EP que está sonando ahora mismo mientras finalizo esta crónica… 

¡Así es que da gusto!