martes, 27 de enero de 2015

domingo, 25 de enero de 2015

Una de esas joyitas: 'Caribe Atómico' de Aterciopelados.

Sonidos espumosos y nacarados, composiciones perfectas para ser escuchadas mientras viajas en una atestada guagua, beats de cálida factura, el eco de una fiesta al otro lado de la calle, la fresca sombra del palmeral, dejes tradicionales y mentes abiertas, esa emoción como de bolero sentido y doliente, una completa y compleja iconografía del folclore hispanoamericano…


 Todo eso y mucho más es lo que nos podemos encontrar en el ‘Caribe Atómico’ ideado por Aterciopelados.

martes, 20 de enero de 2015

Casa de pueblo:


Este óleo sobre tabla forma parte de mi fascinación por las ruinas y las estructuras de las casas viejas... Cosas que le pasan a uno por la cabeza.

lunes, 19 de enero de 2015

Recetario Musical: Pennoni Affumicato (o algo similar) y Fred Hammond.

Hoy, queridas amigas y queridos amigos, vamos a ponernos serios de una vez por todas. Sin zarandajas. Vamos a regalarnos tiempo, a querernos un poco más de lo habitual y a ponernos nuestras mejores galas. 

Y es que lo que nos espera a continuación es el culmen de un acto ritual culinario-espiritual: empleando nuestra imaginación y los fogones, daremos el gran salto definitivo de la edad infantil a la edad adulta, creeremos en nosotros y sin miedo tiraremos por el por el retrete aquellos tristes e insípidos macarrones con tomate que nos zampábamos día sí y día también en la época de la universidad, porque como decía el bueno de Míchel... ¡Nos lo merecemos! 

¡Vamos allá sin miedo con este plato de Pennoni Affumicato!

  • Ingredientes: 
300g de pennoni (una especie de macarronazos ennnnnormes).
300g de bacon.
200g de champiñones (si ya tienes unos hongos italianinis que se llaman Porcini, lo bordas).
1 calabacín pequeño.
Queso Mozzarella.
Queso Grana Padano, Parmesano o el que quieras para gratinar.
Queso ahumado (pues como antes, si encuentras Scamorza o Provolone Affumicata, bravo por ti).
1 vasito de nata líquida de cocinar.
1 cebolleta dulce.
Aceite, sal, laurel y pimienta negra.

  • Elaboración: 
Ponemos a hervir agua en una olla grande con sal y unas hojitas de laurel. Cuando rompa, introducimos despacito los pennonis (sin bromas, que nos conocemos) y los dejamos el tiempo que indica el fabricante para que se pongan al dente, pues lo que pretendemos es que la pasta esté comestible pero lo suficientemente dura como para poder manipularla y rellenarla después.

Mientras se cuece la pasta podemos ir cortando en dados chicos el calabacín, los champis y el bacon. Tras comprobar que seguimos con los dedos intactos, pasamos a pochar en la misma sartén primero toda este verde y segundo a sofreir el bacon o al revés, que tampoco nos vamos a poner en plan totalitario.

Retiramos la pasta y el verde-bacon para dejar enfriar y en otra sartén caramelizamos la cebolleta picada finamente. Cuando esté a punto, añadimos la nata líquida, removemos para unir los sabores y que pille temperatura para finalmente salpimentar nuestra salsa.

Ahora queda la parte más tediosa para algunos pero en mi caso es la más entretenida y bonita: la parte en la que, pensando en tus queridos comensales (tu hermosa prometida, la familia y los amigos), empiezas a rellenar con escrupuloso mimo y dedicación todos y cada uno de los pennonis con la mezcla de calabacín-champi-bacon y los vas colocando en orden sobre la bandeja del horno previamente forrada de papel de horno o papel aluminio para no engorrinar mucho y tener luego que limpiar de más.

Dispuestos los pennonis sobre la placa, no queda otra que proceder a bañarlos con la salsita, colocarles encima unas lonchitas del queso ahumado que os plazca, después la mozzarella y el parmesano. Introducimos en el horno precalentado y colocamos en la parte alta para conseguir derretir los quesos y crear esa capita crujiente de gratinado tan rica.

Y ya está. Si quieres picar más bacon, cambiar algún ingrediente o emplear bechamel en la receta es cosa tuya... La mía va a ser hincar el diente a esta delicia mientras bebemos Sangue Di Giuda y suena por ejemplo esta maravilla bizcochable:

viernes, 16 de enero de 2015

lunes, 12 de enero de 2015

El arte de Tino Casal:

En Du-Dum-Dum nos gusta tratar el arte en sus múltiples dimensiones. No sé la razón que nos lleva a ello, pero en este Blog encontramos una tarea verdaderamente deliciosa el entrelazar la música con la pintura, con la historia... Encontrar eslabones... Nexos... Y unir cabos... Todo en un bello y magnífico continuum. 


Hace unos pocos días estábamos disfrutando de la escucha de 'Neocasal' y mencionamos que con Tino Casal nos encontrábamos ante un "artista total". Una expresión esta última que se suele emplear muy a la ligera pero que en el caso que hoy nos ocupa está más que justificada su aplicación debido a que además de la música, resulta que nuestro asturiano favorito (¿Qué fue de Fernando Alonso, Dios mío de mi vida?) destacaba en el mundo de la moda cabalgando entre el surrealismo de Dalí y el horror vacui de Sara Montiel, de la escultura reciclada y también de la pintura sin etiquetas.

Al contrario que en otras entradas en las que el artista se encuentra claramente encasillado en tal o cual movimiento o estilo, en el caso de Tino Casal lo de la clasificación directamente carece de sentido pues técnica y estéticamente su obra fue evolucionando con el paso del tiempo de unas pinturas de corte costumbrista y académico en sus años más mozos, hasta unos lienzos de exuberante locura propia de la época de la Movida.



Hemos realizado una pequeña selección de su obra. Son las piezas que más nos agradan. Esperamos que a vosotros también:


Paisaje 1970.


Sin Título 1969-1970.


Sin título 1971.


Sin título 1980.


Sin título 1989. En colaboración con F. McNamara.


Sin título 1991.


Sin título 1991.


Sin título 1990. Mi favorito y el último por hoy.



Fuente: Club de Fans de Tino Casal.

jueves, 8 de enero de 2015

martes, 6 de enero de 2015

Rompiendo una maldición - 'Neocasal':

Momentos de ir de acá para allá en busca y captura de ese detallito que te falta, colas interminables, niños llorando desconsolados y padres con caras desencajadas. Mariah Carey y su preciosa "All I Want For Christmas Is You" por todos lados. Vendedores ufanos, estantes rebosantes de sueños y cajas registradoras rebosantes de billetes... ¡Y ah! ¡Un auto-regalito que no falte!


A grandes rasgos, he aquí las situaciones que hemos ido viviendo a lo largo de estas fechas tan señaladas ya pasadas. Lo de interpretar la Navidad como un montaje capitalista o creer en ella como un momento donde celebrar el nacimiento del Señor y el amor absoluto (familiar, fraternal, social...) es un asunto que simplemente dejo en vuestras manos y conciencia porque en Du-Dum-Dum de lo que hoy me apetece hablar y mucho es por fin de la ruptura de una maldición musical que me llevaba asolando años y años: Tino Casal.

Aunque como todo el mundo sabe en líneas generales lo ochentero no me hace mucha gracia, hay cosas que resultan innegables. Sabía del talento de este artista total. Su valía, su voz y su estética fueron la base sobre la que propulsar éxitos como "Embrujada", "Eloise", "Pánico En El Edén"... Y otros tantos. Lo había escuchado y disfrutado en la radio, canturreado en el Singstar e incluso admirado como impulsor de un Glam-Rock ya tardío en nuestro país, pero tras incontables e inconfesables incursiones por las tiendas de discos jamás de los jamases me había vuelto a casa con un disco de este señor bajo el brazo y ya era hora ¿No creen?

'Neocasal' es un disco que recopila todas las experiencias que Tino Casal vivió durante su etapa en Londres (el Glam copulando con los sintetizadores, la libertad artística, la ruptura con la tradición...) y las muestra sin miedo y con una clase y un estilo propio que en mi opinión escaseaba en el panorama nacional y en la escena de la Movida Madrileña.

"Tokyo" abre el disco con unas formas que recuerdan mucho al "Heroes" y al 
"It´s No Game (Part 1)" del Bowie berlinés. Unas referencias que serán constantes a lo largo de todo el álbum. Sólo tienen que hacer la prueba de escuchar la cuasibiográfica "Love Me Tonight" y cerrar los ojos un segundo para rememorar brevemente la bellísima balada titulada "As The World Falls Down" que El Delgado Duque Blanco compusiera para la película 'Dentro Del Laberinto' o, sin ir más lejos, escuchar la versión que Tino realizó de ese himno llamado "Life On Mars?"... Con valentía.



Este tema, como todo lo que tiene que ver con lo japonés y lo tokiota, me emociona sobremanera.



"Champú De Huevo" fue el tema más relevante del álbum. Un número uno en toda regla cuya producción se encontraba muy ligada a los dictados de los Nuevos Románticos y del Synth-Pop. Poseía unas letras que, como el pionero de su autor, se anticiparon diez años a la hora de contarnos la historia de 'Pretty Woman', aunque con un final como que menos feliz y halagüeño. Aquí Richard 'ojilloschicos' Gere no se salva. Sobre lo de los estribillos de esta canción pues eso... Que molan huevo.



Lo que me gusta de la obra de Tino Casal es que, aunque con el paso de los discos fue tendiendo hacia el Tecno-Pop más descarado, siempre subyacía cierta calidez y gusto por el Rock And Roll de corte más clásico. Prueba de ello fue la acelerada y rugiente "Billy Boy":



Con unos ritmos muy Scary Monsters y tal se va desenvolviendo "Goodnight Hollywood". Una canción mitómana, evocadora y sugerente que nos habla del sueño dorado, de ese anhelo de lujo, gloria y perfección que se idealiza y concreta en la llamada meca del cine, en Hollywood. Un sueño que al despertar te lleva a la realidad. A lo mundano, artificial y falso. O eso es lo que entiendo al leer y escuchar la letra, vamos.



Los dos últimos cortes de 'Neocasal' son el ya anteriormente mencionado "Life On Mars?" y sorpresón de los buenos, una genial versión 'discodanceloquesea' del "White Room" de Cream rebautizada entonces como "Blanca Estancia". Eric no le da a las cuerdas, Bruce no fortalece la canción con su bajo y Baker no hace retumbar las paredes de tu habitación pero Tino Casal sabía lo que se hacía. El tono épico de la canción original aparece envuelto en una pátina brillante como de pista de baile recién encerada y es que esta es una versión en mayúsculas.  Es distinta, es nueva, es atrevida... Es enriquecedora. 

~

El balance que hago de este disco es altamente positivo. Producido y grabado por el excéntrico Julián Ruiz y con los arreglos de Luis Cobos en 1981, 'Neocasal' no tiene mucho que envidiar a sus coetáneos estilísticos tanto nacionales (estaba por encima de la media) como internacionales (aquí creo que los medios con los que contaba sí le pudieron limitar). El resultado es un buen puñado de canciones audaces todas ellas y muy disfrutables. Además, si a esto le sumamos el valor histórico, artístico y demás, no nos queda otra que decir que este disco es imprescindible en cualquier discoteca española. He dicho.