miércoles, 3 de agosto de 2016

De un tiempo para acá...

...Me enamoré. ¡Sí!. Y descubrí que el mundo es infinito. ¡Fenomenal!. El descubrir esa condición no hizo otra cosa que levantarme cada día con una sonrisa tonta en la cara, con mi musa al otro lado de la camita, con el sol más generoso que nunca, con la música inundando mi vida hasta lo más profundo...

Siento si en los últimos tiempos no he estado al pie del cañón y si no os he atendido o cuidado como os merecéis pero es que como decía antes, la vida es infinita. Infinitas las idas y venidas, las vueltas del trabajo, las necesarias reuniones familiares, las siempre sanadoras citas con los amigos, las enriquecedoras peripecias. 

Disculpas sinceras.

¿Qué ha llegado a mis oídos últimamente? Pues esta semana por ejemplo una barbaridad de música que ahora mismo, a mis 32 años, disfruto más en las distancias cortas y con el teclado fuera de mi alcance. Nombres mil, maravillas incontables: Del auténtico genio español de Sabicas, Paco de Lucía y Miguel Poveda; a los Kinks de los 70 y el John Fogerty de los 80; pasando por personalidades intrincadas como Frank Zappa con sus tiburones amarillos, Captain Beefheart y su banda mágica o Les Claypool y sus retorcidos Primus; sin olvidarme de agradables y emocionantes como la calma de Yuji Oniki, el puzle negro de Janelle Monae, el alma blanca de John Hiatt y el todocorazón de St. Paul And The Broken Bones.

De todos ellos daré merecida cuenta.



 ¡Abrazos y buen verano a todo el mundo!

2 comentarios:

  1. Saludos Víctor Hugo, que buen texto, da gusto leerte y encontrar una vez más que en otro lado del mundo hay personas con las que uno tiene cosas que compartir sin importar el espacio y el tiempo, el espacio porque estamos en distintos continentes y porque tengo casi el doble de tu edad, tienes la edad de mi hija y lo imaginaba cuando leí tu texto sobre tu padre en los ochenta, saludos otra vez y allí estamos, a veces muy activos con la delicia de escribir y otras semi retirados, pero vivos, muy vivos.

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    1. Ariel Martínez: El mundo se hace pequeño si la curiosidad del hombre es grande. Es fascinante ver los puntos en común de personas tan distantes como bien dices. Intentaremos estar más presentes, más relacionados y más vivos que nunca.

      Abrazos bien fuertes.

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